“Trabajamos para valorizar a la mujer”

Por Sabrina García

Son mujeres, amas de casa, que se juntaron por medio del Sindicato de Amas de Casa (SACRA) y pensaron cómo podían crecer profesionalmente. Algunas conocían el oficio de confeccionar zapatos, otras la industria textil. Desde hace dos meses están trabajando y hoy lanzan la colección Madreselva, zapatos, carteras, ropa y accesorios pensados para y por mujeres.

El emprendimiento funciona como una cooperativa de trabajo en la sede de SACRA San Miguel – San Fernando y convoca a mujeres que desean ser valoradas y ponen en valor a la mujer. Con orgullo hacen la presentación producto de dos meses de intenso trabajo. Se llaman Du Arte y hoy lanzan al mercado la colección Madreselva 2016.

En esta entrevista dialogamos con Beatriz “Lala” González, una de las fundadoras del emprendimiento.

¿Qué es el SACRA?

Es el Sindicato de Amas de Casa de la República Argentina. Tiene 33 años de existencia. No somos la Liga de Amas de Casa. Somos un sindicato sin precedente, porque tiene la lucha permanente que se instale social y culturalmente la labor de la ama de casa.

No trabajamos ni acompañamos a la mujer para que se rebele con las actividades que realiza en el hogar. Lo que hacemos es promover en la mujer ese rol dentro de la familia y que alcance su independencia económica, su crecimiento personal. Como dice Pimpi Colombo, nuestra secretaria general: “Nosotros no promovemos que la mujer se pelee con el marido por cuestiones del hogar, queremos que se valore lo que hace y que la mujer encuentre espacios de crecimiento personal”.

Por otro lado, desde hace 14 años tenemos la obra social, que es un logro porque nuestro slogan es: salario, obra social y jubilación para la ama de casa. Hemos logrado darle ese derecho de salud a los monotributistas sociales y a los comunes. Tenemos 80.000 afiliados a nivel nacional.

¿Cómo te afiliás?

Estamos cobrando $50 por afiliación. Luchamos por los derechos de la ama de casa pero no tenemos el aporte de ella. No manejamos fondos. Sí hemos trabajado con el Estado, fuimos los primeros en entregar microcréditos.

Por eso, ahora con la obra social, tenemos espacios físicos para trabajar en conjunto con el sindicato.

La afiliada cuando se asocia tiene descuentos para participar de las actividades que allí se realizan. Nosotros ahora estamos fabricando calzado y las afiliadas tienen descuento en la compra.

Sos la delegada de San Fernando, ¿dónde se te puede encontrar?

En este momento estamos trabajando en conjunto con el Sindicato de Amas de Casa de San Miguel que funciona en Gelly y Obes 1528, teléfono 4664-5650.

¿Qué hacen allí?

Estamos generando un espacio productivo. Cuando entrás ves un ambiente de trabajo permanentemente. Hay una cuestión colectiva, frente al escenario político en donde se devalúa el trabajo por parte del Estado, de dar una alternativa y lo hacemos con lo que sabemos hacer. En la práctica hoy estamos generando trabajo.

Si las mujeres del programa Ellas Hacen se quedan sin el programa, van a tener de dónde sacar el dinero para darle de comer a sus hijos. Vamos acompañando a ese crecimiento personal como compañeras, como mujeres. Todas somos protagonistas, esto no es el proyecto de una.

En este momento hacemos calzados que vienen en una caja forrada en tela. La idea es que sea un producto especial.

En relación a lo que están produciendo ¿Qué es lo que se viene?

El sábado (20 de febrero) hacemos la presentación de la colección Madreselva en la que estamos trabajando intensamente desde hace dos meses. Es una colección de zapatos, ropa en composé y accesorios.

Capaz que con el par de zapatos te viene la blusa de seda con la misma estampa que fue forrado el calzado, o te viene la cartera con el sueco, el cinto y el aro.

Trabajamos todas en el mismo lugar: unas hacen los aros, otras están forrando la base de los zapatos, las camisolas, colitas para el pelo, forrando las cajas, la que va a la mercería, la que va a Once.

Trabajan como una cooperativa…

Sí, trabajamos como una cooperativa.

¿Cómo van a distribuir esos productos?

Queremos encontrar en la región locales que quieran tener la exclusividad de vender nuestros productos. Trabajamos así, más de tres zapatos iguales no hacemos. Ponemos en valor a la mujer, queremos que cuando use nuestros productos sepa que nosotras lo hicimos pensando que es única y especial.

Forramos el calzado en gamuza, cuero. Buscamos que sea un producto de calidad, que no se repita, que sean únicos.

Para los que quieran buscar sus productos, ¿cómo las ubican?

La colección se llama Madreselva y nosotras somos Du Arte. Hacemos un juego con la palabra, por un lado la idea de juntar distintos tipos de arte y por el otro por Evita. Somo mujeres peronistas (ríe).

El sábado lo presentamos en el Sindicato a las 18 horas y van a desfilar tres amas de casa.

Ustedes venían de hacer zapatos con la propuesta de Mujeres en Cuero, ¿cómo fue la idea de incorporar lo textil y accesorios?

Lo textil empezamos “cirujeando” telas en Once. Un día fuimos a un encuentro en la UMET (Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo) y Delia dijo: “Voy a ir a cirujear unas telas que vi por ahí” y había bolsas de retazos de fibrana y otras tramas. Ahí empezamos a hacer las colitas para el pelo.

Ahora en los tubos de las telas, las forramos, le pusimos una base y las dejamos preparadas para dejarlas en los comercios como exhibidor de colitas para el pelo.

No sabés la emoción que me produce ver todo el trabajo que hicimos. Antes con Mujeres en Cuero capaz que fabricaba tres pares y el que me pedían era un número que no había hecho. Ahora vemos toda esta producción y nos llena de alegría. Veo 25 zapatos juntos y lloro, no puedo creer que lo hayamos logrado.

¿Cuántas mujeres forman parte del proyecto?

En total somos 10. Nos encontramos con compañeras que querían tomar este desafío, cada una está encontrando su lugar. Uno va respetando los caracteres de cada una, donde se siente más cómoda para trabajar.

¿Tuvieron algún tipo de subsidio para hacer la primera inversión? ¿Contaron con la ayuda de algún organismo?

Sí, la inversión inicial la aportó el SACRA. A su vez, todas pusimos algo pero el sindicato fue el que se preocupó porque tengamos todo lo necesario para poder hacer estos 30 pares.

En el SACRA de Avellaneda, las mujeres producen en su casa y en el sindicato exponen en una feria que vende a la comunidad. Nosotros lo usamos al espacio de San Miguel para trabajar y vamos a ir con nuestros productos a esa feria. La idea es más adelante tener un espacio igual, de feria permanente en nuestra región.

Trabajar en equipo es un logro. La satisfacción de terminar el trabajo es indescriptible, la que decía “yo no sé hacer nada” está haciendo flores con gasa y seda. Sentirse valorada por lo que puede hacer es impagable. Ese es el espíritu del SACRA.

Además de vender en comercios, ¿pensaron la posibilidad de hacer ventas por internet?

Sí, necesitamos a alguien que se ocupe de eso. Lo pensamos pero estamos esperando que alguna mujer se pueda sumar para hacer eso. Hoy están dadas las condiciones para asumir ese desafío. Tenemos la producción para poder dar respuesta a eso.

Ese es el próximo desafío, junto al de hacer calzado para la mujer que tiene talle 42 y 43 que suele comprarse zapato de hombre porque no consigue para ella.

En Facebook se las puede ubicar aquí

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