ENTREVISTAS

Pablo Lescano: Mi vida en 20 canciones

Pablo Lescano: Mi vida en 20 canciones

El líder de Damas Gratis repasa su historia como fundador y compositor principal de la cumbia villera.

Pablo Lescano me pasa a buscar por la estación de servicio de la Ruta 202 y Acceso Tigre. Lo acompaña Luisito, su padre, bronceado y con un perfil de Mickey Rourke joven, que va cebando mate de yerba colombiana, “plantada acá, en Pacheco”. Después de atravesar un barrio de mueblerías en la vereda (“Antes esto era descampado, ahora todos venden muebles de pino”, dice Pablo), y de hacer una escala en un corral para cargar un lechón que acaba de pasar a mejor vida, llegamos a la casa paterna en la que, en 2000, Lescano estuvo diez meses postrado por culpa de un accidente de moto. Fue en esta cama que el músico compuso el segundo disco de Flor de Piedra y los primeros temas de Damas Gratis, fundando así la cumbia villera y convirtiéndose en el Dr. Dre de su universo. Lescano fue, también, el primer representante de la cumbia local que logró saltar la barrera de los géneros: Fidel Nadal, Andrés Calamaro, Los Auténticos Decadentes y Los Fabulosos Cadillacs, entre otros, quisieron tocar con él.

Después de años de intensidad matrix, hoy Lescano, que cumplió 39 en diciembre pasado, está más tranquilo y dispuesto a disfrutar de su familia. Mientras de fondo suena un disco del colombiano Aniceto Molina y el tío José -que es budista- se suma a la mesa, Pablo, machete en mano, remata un asado colosal en una parrilla dispuesta sobre una llanta de tractor. A su lado, Mara, su hija, lo dibuja con precisión en la pose clásica de Su Majestad: en cuero y con el keytar colgado. Y así empieza el recorrido que va desde la hora cero de la cumbia villera hasta Somos nosotros los buenos, el último disco de Damas Gratis, pasando por las canciones emblemáticas que Lescano compuso para algunos de los grupos más relevantes de la movida tropical, desde Amar Azul y Jimmy y su Combo Negro hasta Los Gedes y Amar y Yo.

“YO ME ENAMORÉ”

‘Cumbia nena’ (Amar Azul, 1997)

Es del segundo disco de Amar Azul. En el primero, yo sólo tocaba el teclado. Era re chico y recién empezaba a madurar en el asunto de la composición, entendiendo el yeite. Pero acá sí tuve arte y parte. Por lo general, los músicos de bailanta componen en la ruta. En los viajes hay mucho tiempo al pedo: vas con los plomos, el chofer, la manager y 20 personas más en un micro, y algo hay que hacer. La verdad es que nos divertíamos. Este tema salió así. Miguel [Angel D’Annibale] quería algo corte cancha. “Tenés que hacerlo para que la gente lo coree”, me decía. A partir de esa visión, empecé [entona]: “Me fui para el baile y me emborraché/Estaba la chica y me enamoré/Era tan bella, la quería comer”. Y todo el tiempo pensaba dónde pegar el latiguillo.

“SOS BOTÓN”

‘La vanda más loca’ (Flor de Piedra, 1999)

En un momento, en Amar Azul, el dinero empezó a ser un problema. Los que componíamos éramos tres o cuatro y, para ver quién iba a figurar como autor ante SADAIC, metíamos papelitos con nuestros nombres en una bolsa, sacábamos uno, y el que tocaba, tocaba. Además, me pasaba que quizás yo llevaba un tema y me lo querían cambiar porque les parecía demasiado zarpado. Así que dije: “Voy a hacer mis propios temas como yo quiera”. Me acuerdo de que pagué lo que serían unos 3.000 pesos de hoy por 100 horas de grabación en un estudio de Capital, que quedaba en un subsuelo por Jujuy y Cochabamba, abajo de un local que vende todo para gastronomía. Ahí hicimos el primer disco de Flor de Piedra. Armé las canciones y lo llamé al Dengue, un pibe que es el hermano del baterista de Amar Azul: él grabó timbal y tumbadoras. También vino el acordeonista de Los Mirlos. El bajo lo grabó Víctor Cantina, que estaba en Yerba Brava. Yo ya le había cazado la onda a la composición: sabía que la gente tenía que corear. Entonces empecé: “Ooooh, sos un botón”. Y pensé: “Si logro plasmar esto en una canción, hago un desastre”. Lo mejor era que podía ponerle la letra que quisiera y nadie me decía nada. Tenía 18 años y esa libertad. Buscaba por dónde entrarle al gusto de la gente, pero siempre en base a mi propio estilo. Si me gustaba tocarlo a mí, listo: era eso. Chau, nos vemos.

“SE TE VE LA TANGA”

‘Para los pibes’ (Damas Gratis, 2000)

Después del primer disco de Flor de Piedra me compré una moto, me pegué un palo y estuve en cama como diez meses. Me fracturé las dos piernas: tuve que aprender a caminar de nuevo. Fue un bondi. Me la pasaba todo el día con un tecladito, y de repente me empezaron a salir muchas canciones. Todas buenas. En general, un compositor hace diez temas malos y uno bueno. O sea, cualquiera puede escribir una canción: la joda es que peguen. Pero bueno, como te decía, estaba postrado con el tecladito y me venía a visitar el fans club, que me cuidaba. Un día me desperté y había una chica a la que se le veía la tanga. Empecé a componer sobre eso. y salió. Es un tema pícaro que cuenta lo que pasa en el boliche cuando las pibas bailan en las tarimas. No tiene tanto de cumbia villera, aunque el género nació ahí: en esa cama terminé el segundo disco de Flor de Piedra y los primeros temas de Damas Gratis. El nombre de la banda ya lo tenía. Salió en un micro, durante una gira de Amar Azul por Mendoza. Había un plomo al que le decíamos “La vieja”, con el que nos cagábamos de la risa pensando nombres. Tirábamos cosas como: “Grupo electrógeno: un grupo con mucha energía”. ¿Entendés? Así salió “Damas Gratis”, que es algo que aparece en todos los carteles de los bailes. “Cuando tenga una banda, le voy a poner así”, dije. En su momento busqué un cantante pero, como no encontré, canté yo, medio escondido. Les hice escuchar los temas a algunas personas que me decían: “Está bueno, ¿quién canta?”. “Un pibe”, decía yo.

“QUIERO VITAMINA”

‘Para los pibes’ (Damas Gratis, 2000)

El otro día estábamos mirando El marginal con mi señora, y en eso la llama una amiga que también estaba viendo y le dice: “Preguntale a Pablo qué significa ‘lavatáper’, que acá lo están diciendo todo el tiempo”. Bueno, en la cárcel, como no tienen platos, lavan tuppers. “Quiero vitamina” tiene un poco que ver con eso: con usar las frases que andan dando vueltas por acá. No son un invento mío: es el léxico del barrio. Y el que la caza, la caza.

“LOS DUEÑOS DEL PABELLÓN”

‘Para los pibes’ (Damas Gratis, 2000)

Este tema lo hice en contra de todas las canciones tumberas, que en general dicen cosas como: “Extraño a mi papá” o “Los amigos no están, no me vinieron a visitar”. Acá no hay nada de nostalgia: es todo agite. Es el relato de un motín. Al día de hoy, no conozco otra canción tumbera que no vaya para abajo. Incluso yo, en Flor de Piedra, hice “Siento defraudarte”, que dice: “Sé que no estaré para criarlo/Cuando él pregunte por papá/Dile que su trabajo era robar”. Me salió re para abajo, así que pensé: “Tengo que hacer uno para arriba”. Y salió. A veces lo tocamos en boliches de clase alta y lo canta gente que no tiene nada que ver con la letra: “Ahora nosotros tomamos el control…”. Lo que pasa es que la gente le tiene bronca a cualquier cosa que genere un límite. Los chicos le tienen bronca a la maestra. La autoridad genera repulsión. Eso lo explicó una vez un sociólogo en la tele. Un tipo con estudios. Me re quedó.

“LA POLLERA DE JIMMY”

‘Homenaje a Colombia’ (Jimmy y su Combo Negro, 2001)

Nosotros somos de Zona Norte: acá se escucha cumbia colombiana a full. Todos conocen a Andrés Landero, por decir algo. De hecho, esto que está escuchando Luisito, mi papá, en este mismo momento, es Aniceto Molina. A Jimmy le hice doce canciones en esa sintonía. Yo lo conocía porque él era el DJ de Tropitango, como hoy son el Yankee y el Tata, que es el hijo más grande de Jimmy. En el último Luna Park de Damas Gratis, lo invité a cantar este tema. “A las negras de mi barrio yo le pongo su pollera pa’ que muevan sus caderas.” También canta mi hermana Romina, que hizo los coros.

“LA PATA SUCIA”

‘Cumbia gurisa baila petisa’ (Amar y Yo, 2001)

Amar… ¡y Yo! ¡Qué verdugo! El nombre de la banda era una cargada a Amar Azul. Antes de salir a vociferar esto o aquello, me parece mejor que compitamos con creatividad, con canciones nuevas que queden en la historia de la música popular argentina. Yo conocía a Ariel, un pibe que tocaba conmigo en un grupito de barrio y cantaba muy parecido a Miguel. Lo imitaba igualito. Así que lo fui a buscar a Gualeguaychú con la portaestudio bajo el brazo. La canción es sobre una piba que iba a bailar al Tropi, muy hermosa, pero también muy pata sucia. ¡Había que bañarla! En el tema se escucha una dedicatoria para Juniors, que era mi hermano. Tenía un retraso madurativo. El llegó a ver a Flor de Piedra, y de hecho pisó el escenario conmigo, pero a Damas Gratis no lo pudo ver: falleció en el 2000.

“CUMBIA ROLINGA”

‘Cumbia gurisa baila petisa’ (Amar y Yo, 2001)

Resulta que había un baile, El Reventón, ahí donde era Cromañón, y el público era muy rolinga. Había mucha gente de Flores, de Paternal. Eran las “Bolistones”. Y cantábamos: “Cumbia tilinga/Para todos los rolingas”. Obviamente no teníamos nada en contra. Cuando hice el tema, la imagen que tenía era ésa: la del Reventón. La letra dice: “Re fumado estoy/Flasheando que Mick Jagger me saludó”. Nos cagábamos de risa, pero con ellos.

“VAMOS A ROBAR”

‘Cabeza negra’ (Fidel Nadal, 2001)

Yo no tenía idea de quién era Fidel ni sabía nada de Todos Tus Muertos. Para mí era un loco rarísimo con un turbante: me hablaba de Selassie y esas cosas que yo no conocía, tan extranjeras. Nos juntamos por la onda. Lo llevaba a los shows y escuchaba que la gente decía: “Mirá, Fidel” o “¡Gente que no!”, y no entendía. Me acuerdo que un día fuimos a grabar a la calle Pinto, en Saavedra. El negro tiraba humo por las orejas. Fui con una persona que salió mareada de ahí adentro, de tanto que se fumaba. Empecé a tocar, y Fidel me dice: “¿Lo grabamos?”. “No”, le digo. “Esto hay que grabarlo bien.” Y él: “Acá no, acá lo grabamos así”. Entonces grabamos una versión medio pelo, los güiros sampleados con un teclado. Yo tenía 20 años y mi vida era levantarme, comer algo y salir para el estudio. Después de Amar Azul y Flor de Piedra, me la pasaba grabando. Así que lo llamé y le dije: “Dale, vamos a hacerla bien, yo lo pago. ¿Cuánto podemos gastar? Venite que estamos dulces”. Me costó 600 pesos, que en esa época eran dólares. Fuimos ahí al subsuelo del Emporio Gastronómico y quedó buenísimo. Vinieron un trombonista y un guitarrista. Sonaba de puta madre. Igual en su disco quedó la versión anterior. Pero un día me lo encuentro tocando en México, y escucho que está tirando versiones arriba de una pista. “¡Hijo de puta! ¡Terminaste usando la mía!”

“ALZA LAS MANOS”

‘Operación Damas Gratis’ (Damas Gratis, 2002)

Otro golazo. Ahí ya había entrado Taz a la banda, un pibe DJ que la tenía re clara con el multipista. Hasta ese entonces, nosotros grabábamos todo en vivo, nada de edición. Pero con la computadora vimos que podíamos poner efectos, era muy loco. El reggaetón todavía no había pegado: ese ritmo lo escuchamos en discos de El General, que es el papá de todo.

“QUIEREN BAJARME”

‘Operación Damas Gratis’ (Damas Gratis, 2002)

Todo el mundo decía: “Ya fue, esto dura un verano”. Por eso lo de “Quieren bajarme”. Eramos muy bastardeados, y había que lucharla. Cuando íbamos a tocar a la televisión, querían que hiciéramos playback, como si fuéramos un decorado. Después de que pegó el primer disco, nos plantamos. Se terminó. ¿A lo de Tinelli? En vivo, o no vamos. Una vez, la producción de [Jorge] Guinzburg nos dijo: “Si quieren tocar, tienen que venir a probar a las cinco de la mañana”. ¡El programa salía a las ocho de la noche! Fuimos. Guinzburg no lo podía creer.

“SOY UN RE GEDE”

‘Con síndrome de abstinencia’ (Los Gedes, 2002)

Estábamos acá y venía el Pepo en cuero, en pleno invierno, y decía: “Pablo, yo quiero cantar”. Y bueno, le hicimos los temas. Yo sabía que era carismático, lo tenía del barrio, porque vive acá a diez cuadras. “Pablo. Quiero cantar.” ¡Era re gede! Re molesto. Era skinhead, también, lo re bolaceábamos. Pertenecía a los pelados de acá de Tigre. Yo estaba en la cúspide con Damas Gratis y tenía tiempo, era joven. Terminaba de grabar el viernes y me pasaban a buscar por el estudio para salir a tocar. Vivía para eso. Hoy, en cambio, vivo para esto [abraza a su hija Mara, que dibuja al lado]. Al Pepo le hacía las canciones, y después había un manager, alguien que lo vendía. Yo hacía el producto, digamos. Nada más. “Tomá, Pepo, pasame la astilla, nos vemos.” La banda, en cambio, la armaban ellos: era medio cachivache pero andaba. Eran un grupo de amigos.

“EL HUMO DE MI FASITO”

‘100% negro cumbiero’ (Damas Gratis, 2003)

Esta es una canción de Víctor Hugo y los Bengala. Hay varios temas de Damas Gratis que los grabé porque era la música que sonaba cuando yo tenía 13 años. Lo que no tuve en cuenta fue que iba a ser una bomba atómica. La original se llama “El humo del cigarrillo”, pero nosotros la adaptamos a nuestra cultura y nuestra realidad, que es muy diferente a la de ellos. Le cambiamos una parte de la letra y le quedó como anillo al dedo.

“SU MAJESTAD”

‘El bonaerense BSO’ (Damas Gratis, 2003)

Voy a verlo a [Pablo] Trapero y me dice: “Necesito una música para esta parte de la película, y ésta y esta otra”. “¿Para cuándo?”, le pregunto. “Para mañana.” Y no, loco, grabar bien una canción te lleva como un mes de meterle sentimiento. Pero bueno, el tipo lo necesitaba ya. Entonces pensé: “¿Cómo lo conformo?”. Y yo justo había hecho algo con el Yankee y con Taz, que era música electrónica pero en versión cumbia. “¿Te sirve?”, le digo a Trapero. “Son danzas: las podés meter en cualquier situación de la película.” A los dos días me llama: “Pablo, esto es justo lo que estaba buscando”. No me costó ni un peso de grabación. Los temas los armaban el Yankee y Taz, que loopeaba un punteo mío dos o tres veces y armaba el beat. Yo metía teclados. Al principio los traté de locos. “Esto está todo corrido, el bajo está mal grabado, no es así.” Pero la verdad es que quedó buenísimo. Lo hicimos sin ningún tipo de rédito ni ambición económica y la pasamos re bien, éramos felices trabajando, porque nos gustaba. El Yankee lo pasaba en el baile, o lo poníamos acá de fondo. Era como música funcional, pero cumbia. Fue antes de toda esa movida de cumbia electrónica. Incluso hoy, vos ponés este disco, escuchás esa bola de graves y explota todo.

“ME DEJÁS”

‘Sin remedio’ (Damas Gratis, 2005)

La escribí un año antes de que saliera, en un momento en el que andaba más solo que el Llanero. Es una canción de despecho, hasta parece una cumbia romántica. Pero… ¡No es un tema de Karina! Las Kumbia Queers dicen que es punk. [Canta redoblando el ritmo mientras golpea la mesa] “Me dejás por ese gil y te olvidás cuando estabas conmigo…” Algún día la voy a tocar en versión punk-rock, pero con una banda que toque piola, como los 2 Minutos. Nuestra cultura musical era ésa: 2 Minutos, Flema, los Cadillacs, los Decadentes. Esos fueron los pilares.

“PADRE NUESTRO”

‘La luz del ritmo’ (Los Fabulosos Cadillacs, 2008)

La versión original de Rey azúcar estaba buenísima. Yo siempre la escuchaba y pensaba: “¿Qué ritmo será éste?”. No lo entendía. Y un día me llama Flavio, que también es de acá, de Tigre, y me dice: “Pablo, vamos a grabar una versión de este tema”. Y yo: “¿Cuándo?”. “Ahora, en cinco minutos.” Me fui al estudio, estaba Vicentico, llamé a los muchachos, y mientras ellos llegaban me puse a pensar qué iba a tocar en el comienzo, en el estribillo, en el corte. Una vez que llegaron todos, en dos horas lo resolvimos. Había ganas, predisposición y muy buena onda. Después grabamos el video, todos bien elegantes. Igual yo de traje me veía re ridículo. ¡Qué pingüino!

“POLI EN ACCIÓN”

‘La gota que rebasó el vaso’ (Damas Gratis, 2008)

Estaba muy de moda Policías en acción y justo yo había pegado onda con un tipo que decía que era productor, pero al final nada que ver, resultó que era un cuatro de copas cualquiera. “Vos hacé una canción que la metemos en el programa”, me dijo. Bueno, la hice, pero lo que él me prometió, no pasó nunca. Igualmente, me acuerdo de que todos se escandalizaban por la letra: “Con un tiro en el tobillo/Voy corriendo hasta el pasillo”. ¿Qué querían que dijera? ¿”Vamos a agarrar a los chorros”? Ahí también cantó Fidel, que tira un recitado muy bueno, onda ragga.

“TRES TECLADOS AL PEDO”

‘La gota que rebasó el vaso’ (Damas Gratis, 2008)

¡No sabés lo que pasó! Los Gedes estaban de gira por Jujuy, en un hotel de mala muerte en el medio del monte, y también estaban los Pibes Chorros, que fueron víctimas de un robo. Entonces cayeron con la policía a revisarles los bolsitos a Los Gedes. ¡Era para pegarles un milanesazo atrás de la oreja! Por eso la letra dice: “Miralo al punga, cómo revisa”. No se bancó la toma. El tema me salió en una de esas muchas noches que pasaba con Taz y el Yankee. Ahí estaba hecho una máquina de componer: a cada cosa que ellos tiraban, yo le ponía una letra. Y venía medio enojado porque en esa época me copiaban a full, me sentía re zarpado. Ya había hecho una letra que dice: “Seguimos de gira/De caravana/El pibe inspirado no tocó en toda la semana”.

“TRES MARÍAS. PABLO LESCANO MIX”

‘On the Rocks’ (Andrés Calamaro, 2010)

El que juntó las aguas fue Pelo Aprile. El me decía: “Pablo, tenés que agarrar este tema y dejarlo bien piola”. Así que pregunté quién lo tenía, y resulta que el productor era Rafa Arcaute. Yo lo conocía por Dante Spinetta. Tenemos la mejor. “Rafa, ¿todo piola, guacho? ¿Me pasás la canción de Calamaro? Pero pasame las voces editadas, eh.” Y él me dice: “Nooo, te la paso así como está, dale, editalas vos, que lo vas a hacer bien”. Quedó muy bueno el tema. Y después lo tocamos en un Luna Park de Andrés, pegadita a “Mil horas”.

“UN CACHETAZO PA’ QUE HABLES”

‘Somos nosotros los buenos’ (Damas Gratis, 2016)

Este tema, otra vez, es una historia tumbera real-real. Nada de “¿Por qué no vienen a verme?”. Es la historia de un preso que re buchoneó a sus compañeros, y es tan odiado que no puede vivir en ningún módulo. “Ni en el tanque con las palomas”, dice la letra. La grabación salió durante un tiempito libre que teníamos. Yo sé que si yo estoy al pedo, entonces los músicos también. Así que les dije: “Muchachos, vengan, ya fue”. Nosotros no estamos acostumbrados a programar las cosas. Esta nota, de hecho, la congeniamos ayer a la 1 de la mañana. Y no es mala onda: nos manejamos así. La cuestión es que con este disco estoy lleno. Me rompí el alma para sacar bien estas canciones. Para mí es un éxito. La onda del arte de tapa es por el GTA, porque hay un mood villa. (Igual a mí me gusta más jugar al Call of Duty: soy un auténtico sniper.) El mastering del disco lo hizo Andrés Mayo, que una vez vino al estudio y quedamos amigos. Yo le decía: “Andrés, lo que ustedes hacen es un choreooo”. Y él: “Pablo, dame una canción y vas a ver cómo queda”. Así que terminé el disco y se lo mandé. “Prepará el mate y el master”, le dije. Fui, lo escuché y me tuve que retractar. “Andrés, tengo que decirte algo. Lo que hacen ustedes… ¡es muy bueno!”

Fuente: Mariano Del Aguila para Revista Rolling Stone


  1. Joe ssj
    Joe ssj 3 enero, 2020, 04:16

    Que auto era el de la foto?

    Reply this comment

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