POLÍTICA

La memoria de Zona Norte presente en Chapadmalal

La memoria de Zona Norte presente en Chapadmalal

Como todos los años, alumnos de escuelas secundarias de toda la provincia se reunieron en el encuentro de Jóvenes y Memoria. Chicos y chicas de escuelas de Vicente López, San Fernando y Tigre llevaron sus obras. Pasado, presente y futuro a orillas del mar.

Con los retazos de tela que los trabajadores de la Cooperativa Alcoyana, que fabrica sábanas y acolchados en Carapachay, les dieron a los alumnos de la Secundaria 21, ellos diseñaron una instalación para presentar en el XIV Encuentro de Jóvenes y Memoria, organizado por la Comisión Provincial de la Memoria, en Chapadmalal. Contaron con la ayuda de las Abuelas Relatoras del PAMI por la Identidad y la Inclusión, expertas en costuras y memorias, y juntos reconstruyeron la historia de la cooperativa. Para presentar su obra, chicos de primero, segundo y tercer año de esa escuela pública de Vicente López viajaron por primera vez al encuentro provincial, del que participan unos doce mil jóvenes, del 3 al 18 de noviembre. Como ellos, muchos llegaron desde Zona Norte.

“Jóvenes y Memoria es un espacio donde podemos mostrar aspectos de nuestra vida y relacionarlos con el pasado”, definió Camilo Sayago, de 12 años, el participante más chiquito de todo el encuentro. Llegó a Chapadmalal junto a sus compañeros de la Secundaria 2 de San Fernando para presentar el documental “Justicia por Villalba”. Cuenta la historia de Mauricio, un trabajador de astilleros Astarsa desaparecido en la última dictadura. La idea surgió el 24 de marzo, cuando en una charla de la Comisión por la Memoria de Zona Norte los alumnos escucharon el testimonio de Graciela Villalba, hija de Mauricio. “Fue un vecino de Virreyes, el barrio de los chicos. Y la historia de nuestro pasado reciente cobra más significado desde el barrio”, explicó Laura Lemos, profesora de Filosofía y coordinadora del proyecto.

Al investigar el caso de los desaparecidos de Astarsa, los chicos de la Secundaria 2 aprendieron que su lucha comenzó con reclamos por malas condiciones laborales. Cuando llegó el momento de presentar la obra en Chapadmalal, hablaron también de los chicos muertos en el taller clandestino del barrio porteño de Floresta. “Analizaron que la lucha de los trabajadores en los setenta era por estas cosas, y ahora también. La consigna es pensar el futuro: en qué condiciones queremos trabajar mañana”, enlazó etapas la docente.

Estudiantes isleños de la Escuela Media 12 del Delta de Tigre también unieron pasado y presente. En la edición anterior del encuentro, alumnos de ese colegio presentaron el corto “La isla muda”, sobre el silencio que reinó en las islas de San Fernando durante la dictadura. En diálogo con ese trabajo, este año mostraron “El grito de la isla”, sobre la historia de la Cooperativa La Esperanza y la lucha de los junqueros por sobrevivir al avance de los emprendimientos inmobiliarios como Colony Park.

Los chicos de la Secundaria 8 de General Pacheco, en Tigre, eligieron contar su propia historia. A través de una obra de teatro -“Tenía que ser la ocho”- representaron los obstáculos que tuvo que atravesar su escuela desde que se fundó, hace tres décadas, hasta que logró tener su propio edificio. El recorrido incluyó protestas y hasta un piquete en la Ruta 197. “La idea es representar cómo la educación retrocedió con el neoliberalismo. Y termina con la lucha que tuvimos que hacer para conseguir que nos construyan las aulas”, relató la profesora Virginia Baldo. Porque, como definió Geraldine Carhuas, de 16 años, “para planear el futuro hay que recordar el pasado”.

Desde el distrito de Tigre también llegaron los trabajos de la Escuela 13 de Troncos -que narró la historia de una profesora, Gabriela Villar, sobreviviente del centro clandestino de La Perla- y de la Técnica 1 de Talar, que presentó un video sobre Carlos Alberto Lucantis, trabajador de Pluna desaparecido en 1976. Su nieto formó parte del equipo que presentó el proyecto. Los alumnos de la Técnica 3 de Benavídez, por su parte, eligieron retratar a los inundados.

“Es un derecho poder investigar, poder encontrarse con otro y participar. Por eso este año en Jóvenes y Memoria hablamos de que hay que defender este espacio hacia lo que viene”, planteó la profesora Laura Lemos, de San Fernando, pensando en un futuro donde no haya lugar para el silencio.

Fuente: Luciana Rosende para El Argentino

 


Sin Comentarios

Escribí un comentario
Todavía no hay comentarios! Vos podés ser el primero en comentar este post!

Escribí un comentario

Tu e-mail no será publicado.
Los campos obligatorios están marcados con*


1 + 9 =