En medio de cruces entre el Municipio y los organizadores, no pudo realizarse la celebración de la comunidad peruana

Por Sabrina García

La comunidad peruana que reside en la zona norte y particularmente en San Fernando, no pudo llevar a cabo su Mistura por no contar con permiso municipal. El evento, que desde hace ocho años se realiza en Perú, es una feria popular que nuclea la gastronomía, la música y la danza tradicional del país hermano.

En zona norte, y más particularmente en San Fernando, hay una importante comunidad de peruanos que en pleno Virreyes ha ido desarrollando sus tradiciones y costumbres en comercios vinculados a la gastronomía y al baile.

En FM Encanto hay un programa producido y conducido por periodistas de la colectividad que dedica sus horas “al aire” a las tradiciones peruanas y al vínculo de la comunidad a la cual pertenecen con la ciudad en donde residen. Este programa, “El show de la hora libre”, organizó un encuentro para reunir la gastronomía, el baile y la música tradicional de Perú en Virreyes. Kashka-Mistura estaba previsto realizarse en la jornada de ayer pero debió suspenderse por no contar con autorización municipal.

“Desde hace dos años venimos gestionando los permisos para hacer este evento pero en el Municipio nunca nos responden. En esta oportunidad pagamos el sellado del inicio del trámite y le adjuntamos la firma de los vecinos que apoyan la realización del Kashka-Mistura”, comentó Ricardo Soto, quien conduce el programa radial y era uno de los organizadores del encuentro.

Los camiones equipados con comida, gazebos, equipos de música y demás cuestiones necesarias para poder llevar adelante el evento, quedaron estacionados sobre Arnoldi sin poder descargar. El predio en el cual se iba a desarrollar la feria se ubica al costado del Polideportivo N°1. Hasta allí se iban acercando aquellos que querían participar de la fiesta y se encontraban con un predio vacío y con cuatro patrulleros municipales de Control y Orden Urbano y hasta uno de la policía bonaerense.

Los oficiales presentes explicaron que, al no contar con el permiso municipal, no podían dejar descargar los equipos y materiales que cargaban en los fletes porque infringían ordenanzas municipales. En medio de las discusiones, personal municipal le arrebató el teléfono celular a uno de los presentes y lo estrelló contra el piso en disconformidad con las imágenes que estaba registrando.

“Nuestro objetivo en mostrarle a los sanfernandinos nuestra cultura, nuestras costumbres”, comentó Ricardo y agregó: “Muchos peruanos viven aquí hace muchos años y no tienen dinero para viajar, sus hijos no conocen el Perú, no conocen sus propia cultura. De alguna forma traer la comida, el baile y la música es traerles un poco su identidad”.

Párrafo final para Patricio Suárez Taylor, ex militante de la oposición devenido en los últimos meses en oficialista, quien intentó intimidarme a través de fotografías que tomaba desde su celular mientras conversaba con los funcionarios municipales presentes en el lugar. Lamentablemente su actitud no sorprende ya que en marzo pasado me amenazó para que borrase su pasado militante de una foto publicada en este medio porque “ahora soy empleado municipal”. El fundamentalismo de los conversos lo convierte en más papista que el Papa.