Charly Entrala: “Soy un amante de los perros”

Por Sabrina García

Charly se define como una persona que rescata a perros. Comenzó “casi por casualidad” hace catorce años cuando traje a “mi hija”, dice y se refiere a su perra. Con él dialogamos para conocer su historia y los esfuerzos que hace para rescatar perros.

¿Cómo te defenís?

Como un amante de los perros. Empecé de a poco hace catorce años con mi hija (y se refiere a Saviola, su primera perra).

¿Sos proteccionista?

No, yo nos los protejo. Los ayudo, les trato de mejorar la vida, buscarles una familia.

¿Cuándo decidiste ser “rescatista”?

Antes de tener a mi hija traje un montón de perros a casa y no me dejaban.

¿Cómo llegó ella a tu vida?

Saltó la reja. Estaba toda lastimada, desnutrida. se metió atrás de la planta y no la podía sacar. La curé y se quedó.

Después de a poquito fui rescatando, a veces sí, otros tiempos no. No es que salgo a la calle a buscar perros. Las situaciones se presentan.

Ahora por ejemplo mi trabajo me permite tener muchas horas libres: llevo chicos a una escuela. Entonces, entre que los dejo y los vuelvo a buscar doy vueltas por ahí y ya tengo grupitos de perros. Hay muy pocas posibilidades que esos perros sean adoptados, entonces les pongo la pipeta, me ocupo de la comida, los llevo a castrar. Ya que van a estar en la calle que estén sanos, desparasitados, sin pulgas, bien alimentados.

Por lo tanto, además de los que traés a tu casa, hacés un seguimiento a los de la calle…

No soy de ir con la bolsa de alimentos tirando a los perros que encuentro en la calle. En el caso de ellos ya dejé una bolsa de comida en el trabajo para llevarles todos los días.

¿Cuántos integran ese grupito al que te referís?

Un grupo de ocho, otro de seis. En el almacén al que voy hay seis o siete más y después los que hay sueltos en la zona. Imaginate que esa zona (La Reja, en Moreno) es campo y los perros no tienen nada de nada, los abandonan ahí.

Desde que comenzaste hasta ahora, ¿cuántos perros rescataste?

Uh, ya perdí la cuenta. Ponele 50, varios. Lo que pasa es que algunos fueron rescatados, otros estaban perdidos y ubiqué a sus dueños. Algunos los tuve una tarde, otros una semana. A “la Flaca” la rescaté en octubre del año pasado y se fue hace dos semanas. A ella la tuve ocho meses.

Rescaté a una perra que estaba a una semana de parir, tuvo cuatro crías. “Orejas” es una de ellas, la tuve que volver a rescatar después de haber sido adoptada. Pasó por malos adoptantes y me la terminé quedando hasta que se fue.

¿Cómo se compone tu familia, tu hogar?

Vivo con mi viejo que siempre estamos en un tire y afloje porque le traigo perros (risas). Pero lo entiende, no quiere pero a la vez no me puede decir que no.

¿Cómo hacés para costear todos estos gastos de pipetas, comida? ¿Recibís ayuda?

Es un tema, suelo endeudarme un poco. En casos muy extremos tuve que pedir ayuda.

Yo publico todos los casos en mi Facebook y tuve mucha repercusión. No me preguntes por qué pero llegan. La red social tiene una magnitud increíble, me han contactado de otros países como México, España, de Estados Unidos (Miami y Nueva York), Perú, Bolivia, Colombia y Ecuador. Algunos me dan palabras de aliento, otros me quieren ayudar y como no tengo nada tengo que pedir la cuenta de alguien para que me depositen. Yo anoto todo lo que me dan.

Llevas como una rendición de cuentas…

Si, porque no me gusta generar ningún tipo de suspicacia ni lugar a dudas. Me gusta que sea lo más transparente posible, que sea claro.

Me ha pasado que hubo gente que dijo que yo lucraba con los animales. Qué se yo, la única persona que me puede juzgar es mi mamá y está arriba mirándome (refiriéndose al cielo). En cierta manera lo hago para ella, que se sienta orgullosa de lo que hago.

¿Tu mamá era bichera como vos?

Más o menos (sonríe), mi hija (“Saviola”) se ganó su corazón. Dormía la siesta con ella.

(Al momento de la entrevista Charly tenía en su casa a Hueso, un perro rescatado que finalmente murió)

Éste es uno de los casos más extremos junto con la mamá de “Orejas” que estaba embarazada y muy flaquita, pelada. Esa me costó ocho o nueve meses de tratamiento médico. En ese momento no tenía tanta difusión y terminé vendiendo un auto para pagar el tratamiento.

Cada vez que rescato a uno mis amigos me dicen: “Tratá de no vender nada. Te vas a fundir”. Pero uno no elige, me llegan, los veo en la calle y no puedo seguir, sino sería tan mala persona como el que lo dejó así.

“Hueso” estaba con collar cuando lo encontré al costado de la ruta. Para llegar al estado de desnutrición que tiene, hace un año o año y medio que está en la calle sin cuidado.

¿Cuál es tu mirada sobre la compra de perros?

A partir de rescatar perros te vas formando una opinión, empezás a dirimir las aguas. Hay una actividad que desarrolla el criador de perros que mantiene la sangre, las características de la raza. Pero no todo es color de rosa, hay perras que lo único que hacen es parir constantemente. En ese caso lucran con el animal, lo tienen como si fuera una máquina.

A veces la gente no ve esa parte fea como la que el perro está todo el día en una jaula. Lamentablemente todavía está eso de comprar el caniche para regalar, el perrito chiquito, cuando muchas veces esos perros están en la calle. Yo he tenido rescatado Boxer, Labradores, Golden Retriver.

Yo fomento la adopción. “No compres uno de raza, adoptá uno sin casa”, son algunas de las frases que se dicen. Los que rescatamos todavía no logramos esa empatía de que en lugar de comprar, adopten o al menos los castren. El perro de tu barrio, de tu calle , castrálo. Es una forma de que no haya tantos perros en la calle y por el otro lado beneficia en su salud: evitas cáncer de próstata, tumor de testículo, cáncer de mama, de ovarios o de útero. También evitás que se escapen porque entran en celo.

¿Cómo te imaginas los próximos años? ¿Tenés metas planteadas?

El año pasado hice una campaña por el tema de la pirotecnia a fin de año. Pegué panfletos por todo San Fernando y tuvo buena repercusión. Mi idea es hacer más hincapié en la concientización, en la tenencia responsable, en la castración, en que estén vacunados, que estén sanos. Hay que hacer foco en la gente y trasladar la empatía que uno tiene. Está bueno si todos colaboramos.

Para más información, en Facebook Charly Entrala (https://www.facebook.com/charly.entrala)

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