OPINIÓN
Agencias: un mundo de precarización para las mujeres
Por Mel Mecha *
Una joven madre relata, en primera persona, la realidad que transitan cientos de miles de mujeres jóvenes que trabajan por agencia.
La búsqueda trabajo para una joven de 26 años y mamá es ciertamente muy difícil en estos días. Más bien, en estos últimos años. Ésta implica levantarse temprano todos los días, salir a recorrer agencias donde tenés media de hora de cola -con suerte-, sólo para que te atienda un tipo, te haga dos preguntas y te devuelva una mirada de desdén junto con un… “cualquier cosa te estamos llamando”. Pasan los días y las semanas. Con suerte, de una de esas agencias te llaman. “Preséntate a trabajar en tal lugar”, te dicen, y agregan: “Mirá que no sabemos por cuántos días es”.
La estabilidad en el trabajo es un lujo, algo que no alcanzamos. No sabés cuántos días tenés que trabajar; por ahí son tres días y luego te dicen: “Bueno, cualquier cosa la agencia te vuelve a llamar” y es otra vez volver a la incertidumbre de no saber, o mejor dicho, de saber que estás otra vez sin trabajo.
También sufrís el acoso por parte de los encargados y de los supervisores porque como somos chicas de agencia, las chicas que no van a ver más. Entonces, te están atrás, te acosan. Vos estás etiquetando y tenés a un tipo atrás parado, mirándote, diciéndote cosas, mientras te apuran diciéndote que tenés que terminar la producción rápido.
Trabajar así, por agencia, tres días acá de estampillando y dos allá etiquetando no te permite poner tener un “currículum con experiencia”. Y generar un vínculo con tus compañeros se hace muy difícil, ya que buscan aislarnos todo el tiempo.
Ser mamá de nenes pequeños es muy común entre las chicas jóvenes que vamos de agencia en agencia. Un jueves de finales de febrero muchas habíamos empezado a trabajar en Andreani, en principio, por dos días, aunque nunca se sabe cuántos terminarán siendo realmente. Aquel lunes, los chicos empezaban las clases y para muchas de nosotras era la primera vez que iban a la escuela o al jardín. Es muy chocante saber que no podés estar en un día tan importante para tu hijo, más aún sabiendo que estás en un trabajo que es incierto, que no sabés nunca por cuántos días continúas.
Sumate a denunciar vos también la precarización de la vida y del trabajo que nos deparan a los jóvenes estas empresas que, para “gastar” menos, nos tienen por agencia.
* Mel Mecha para La Izquierda Diario