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Un chofer de la Patrulla Comunal fue violentamente atacado en Virreyes

Por Sabrina García
Dos jóvenes atacaron a un chofer de Patrulla Comunal. La víctima se encontraba en su casa, a pocas cuadras del lugar donde viven los atacantes.
Pablo Peliche es chofer de la Patrulla Comunal del Municipio. El auto que maneja es uno de los 50 que posee la Comuna para el servicio de seguridad y si bien él no es policía, su compañero sí lo es. “Están vestidos igual, el que los ve cree que los dos son policías”, reconoce Norma, la mujer de Pablo.
El domingo pasado, cerca de las 20:30 horas, Pablo estaba en la parte de adelante de su casa, en la peluquería de barrio que atiende Norma. Ellos viven en Quintana entre la calle 23 y 24, frente a la Plaza Carlos Gardel. Por la puerta pasaron dos jóvenes que miraron hacia adentro y se cruzaron con la mirada de Peliche.
Según cuenta su mujer, Norma lo reconocieron porque a Peliche le toca patrullar la zona. “Mi marido ya los había visto antes, son del barrio Héroes de Malvinas. Acá, a pocas cuadras de casa”, comentó.
Los jóvenes volvieron a pasar y golpearon y rompieron, con un palo, el vidrio de la peluquería. Peliche los salió a correr y a partir de ese momento comenzó un raid propio de una película policial que incluyó discusión, corridas, piedras y amenazas. Un vecino de Pablo fue testigo del hecho y se sumó a perseguir a los atacantes. Norma dice que “se dividieron, mi marido siguió a uno que se metió por un pasillo del barrio Héroes de Malvinas y el vecino con su hijo siguió al otro”.
En ese momento Pablo discute con uno de los agresores y decide salir del barrio, se encuentra con su vecino que estaba discutiendo con la familia del otro atacante. Desde adentro de la vivienda salió uno con una pistola y “gracias a que forcejearon los tiros salieron al aire. Mi marido quería salir pero le soltaron un perro, un pitbull, que lo mordió en la pierna. Se defendió con el palo con el que rompieron el vidrio de la peluquería. Cuando vieron eso volvieron a salir de la casa y le tiraron un cascotazo que le pegó en la nuca a Pablo”.
Norma relata los hechos y parece nunca terminar la agresión, lo cuenta con precisión. Dice que Peliche se subió a la camioneta de su vecino y cuando estaban por salir vio por el espejo retrovisor que lo apuntaban con una escopeta. El tiro quedó en el apoya cabeza del asiento del conductor.
Norma, que estudia enfermería, le sacó ella misma los 40 perdigones que tenía en el brazo, cabeza y ojo. “Fuimos al Hospital Cordero pero no había oculista. En IOMA no nos querían hacer el traslado porque no cuentan con servicio de ambulancia. Lo llevamos en la camioneta al Centro Oftalmológico municipal pero nos dijeron que no lo podían atender porque no contaban con lo necesario para asistir ese tipo de lesión”, la procesión siguió por San Isidro, por Ciudad de Buenos Aires y finalmente terminó siendo asistido en una Fundación del papá del cura del barrio, el lunes a las 10 de la mañana. “Yo lo había llamado al cura porque trabajamos para sacar a los chicos de la droga. Él escuchó mi mensaje a la mañana y me dio la solución. Durante toda la madrugrada fuimos de un lado para otro con mi marido. Tenía tanta impotencia”.
“Yo no quiero éste Virreyes para mi barrio. Nosotros somos gente trabajadora, conocemos a nuestros vecinos. Esta gente no vivió siempre acá y nosotros estamos cansados que vengan al barrio a robar, a atacar”, relata enojada Norma, quien dice que fue a hacer la denuncia a la comisaría y que el comisario le dijo que “eran cuentos que el barrio estaba así” y que “no cuentan con los medios suficientes para patullar los lugares de mas riesgo”.
“Mi marido expone su vida todos los días para garantizar la seguridad. Se preocupa porque el barrio esté bien. Desde el municipio nadie lo llamó para preguntarle si necesitaba algún remedio y a mi me da bronca porque a él lo atacaron porque lo reconocieron de la patrulla”, detalla Norma.
Los hechos relatados por Norma fueron chequeados por San Fernando Nuestro en la comisaría. Según informaron fuentes del caso, los agresores están identificados y se espera la orden del fiscal para allanar las viviendas.
La causa está caratulada como “uso indebido de arma y lesiones” y el fiscal que interviene es Nuñez Barreto.
Al respecto Norma expresó: “Debería ser caratulada como intento de homicidio. Mi marido está vivo de milagro”.