Propato y Morelli, una charla por la memoria, la verdad y la justicia en la Biblioteca

by Pablo Piris | 28 septiembre, 2014 12:05 am

Por Pablo Piris

Carlos Morelli trabajaba en el Astillero ASTARSA, Carlos Propato en Ford. Ambos son sanfernandinos y vivieron la crueldad de la última Dictadura Militar y el período previo de la Tripe A en carne propia. En la Biblioteca Madero, estos emblemas de la memoria, la verdad y la justicia, contaron sus experiencias y la de la clase trabajadora de zona norte, también dieron sus puntos de vista de lo que ocurre en el presente y concidieron en remarcar la necesidad de avanzar sobre los juicios a civiles y  la complicidad que tuvieron las empresas y los sindicatos burócratas con la última Dictadura Militar.

Bajo el título de “La lucha obrera de los ’70 y ’80 contada por sus protagonistas” el CEFMA (Centro de Estudios de Formación Marxista) juntó en la Biblioteca Madero a dos emblemas de los trabajadores en zona norte: Carlos Morelli ex trabajador de Astilleros Astarsa y posteriormente fundador de la Comisión de Memoria Verdad y Justicia de Zona Norte; y Carlos Propato, ex trabajador de Ford y actual miembro de la SERPAJ e integrante de la Comisión por la Causa de Campo de Mayo. Ambos, referentes de zona norte y sanfernandinos, confesaron que, sorprendentemente, allí se encontraron por primera vez y se sorprendieron y admiraron de sus propias historias.

LOS ZAPATOS DE CARLITO
El primero en contar su experiencia fue Carlos Morelli, ex obrero de ASTARSA y uno de los obreros más conocidos de aquella lucha, ya que su experiencia ha sido inmortalizada en un libro escrito por Federico Lorenz llamado “Los zapatos de Carlito”, convirtiéndolo en uno de los referentes del caso ASTARSA.

M0relli refirió que ASTARSA llegó a ser el astillero privado más importante del país y contó que “a principios de los ’70, cada botadura se cobraba la vida de uno o dos obreros navales, o sea que por cada barco que salía perdían la vida algunos compañeros”. Ahí comenzó la lucha tan reconocida: en mayo de 1973, tras la muerte del obrero José María Alesia, “con los compañeros tomamos la empresa en reclamo de mejores condiciones de trabajo, además exigíamos la conformación de una comisión de seguridad e higiene y la reincorporación de todos los despedidos desde 1965 por motivos políticos y gremiales.” En este punto se detuvo y aclaro que “siempre hubo una persecución a quienes reclamaban, que luego fue profundizada durante la última Dictadura”.

Con la toma, se dio una de las experiencias de los trabajadores más recordadas en Argentina y también motivo de estudio en el mundo: “logramos hacernos cargo de la Comisión de Seguridad para la prevención de accidentes laborales.” Morelli contó como la gerencia y los sindicatos estaban en complicidad con los dictadores, ya que “en marzo de 1976, el Ejército detuvo a 60 obreros, en un operativo que contó con la colaboración de la patronal y del sindicato.” Lo que siguió es la triste historia: asesinatos y desapariciones de los trabajadores navales, que afirmó Morelli que fue “en represalia por lo contundente de nuestra lucha”.

Luego de contar la experiencia de Astarsa en detalle, Carlos Morelli, refirió lo que le ocurrió en uno de los juicios: “en uno de los juicios, se me hizo una laguna, no me acordaba de nada, después hablando con Pablo Llonto el abogado y un psicólogo me dijeron que lo que me pasó se lo llama ‘amnesia revolucionaria’ y tiene que ver con no dar nombres de compañeros, me emocionó saber que después de 40 años seguíamos inconscientemente defendiendo a nuestros compañeros.”

Con respecto al presente y al proyecto “Venice” una ciudad navegable que se emplazará en donde funcionaban los astilleros Morelli sentenció: “transformarán el Predio de ASTARSA en una ciudad navegable para ricos. Allí trabajaron1500 personas, 700 metalurgicos y 800 navales. A mi no me vengan con juzgar a esos viejitos, Ford existe y ASTARSA será ciudad navegable”. Y remarcó la necesidad de profundizar, ya que dejó claro que no se conforma “con el monumento y un reconocimiento en el Concejo Deliberante, la realidad es que taparon sus luchas con una ciudad navegable para ricos.”

Por último dejó un mensaje a la juventud: “Pido a los jóvens que respetemos a los que luchan y defendámoslo, ya vemos lo que pasa en Lear y Donelley, lo que les hace la gendarmería, respetemos a los que luchas si no luchamos, es un tema de dignidad”.

LA HISTORIA DE UN SOBREVIVIENTE DE SIERRA CHICA

Carlos Propato es sobreviviente de la causa Ford y actualmente milita en la Serpaj y es parte de la Comisión Causa Campo de Mayo. En su exposición separó a las luchas obreras de los ’70 en tres períodos. 70-72/ 72-74/ 74-76

Allí comenzó a clarificar: “En el 72 encontronazos por la inspiración del Cordobazo, ahi descubrimos muchos que la familia más grande del mundo es la familia obrera.” Luego continuó: “del 72 al 74, hubo grandes movimientos de las Fuerzas Armadas, que son el ejército de la oligarquía nacional. Tercera vuelta de Perón cantábamos “se van y nunca volverán” pero volvieron y fue peor.” Y luego prosiguió: “del 74 al 76, 70% de presos políticos eran obrero. El Peronismo creó la Triple A y ya empezaron a aparecer cuerpos de luchadores en los zanjones y a llenar las cárceles. Perón nos rajó de la plaza y nos dio una buena represión, aunque a Perón lo trajimos nosotros, la izquierda combativa.”

Con respecto al movimiento obrero en los ’70 dijo: “en 1975 había coordinadoras fuertes en las fábricas. Luchas ejemplares en Ford. Yo era parte de la Comisión Interna.” Para dar cuenta de la magnitud de la unidad obrera en esa época contó de una marcha de 10 km de obreros en la Panamericana, aunque dijo que allí ya desde los puentes los servicios de inteligencia les sacaban fotos, y agregó: “había algo de ingenuidad, porque nosotros saludábamos pensando que eran periodistas pero ya antes del ’74 nos estaban observando desde las Fuerzas Armadas” Luego continuó: “con la muerte de Perón, la Triple A sin bozal salió a cazar.”

En su charla además denunció la burocracia sindical, contó que en SMATA, los gremialistas (en este caso José Rodríguez) vendían y traicionaban a los compañeros, entregaban las listas a “los milicos” como los gerentes. Por eso expresó que “después de 1975 se inician las “huelgas salvajes”, esto era paros sin aviso a los sindicatos que nos vendían”.

Con respecto al período de la Dictadura Militar dijo: “el mismo 24 de marzo de 1976 ya hubo tres compañeros detenidos” y agregó: “lo que demuestra que ya se venia trabajando desde antes del golpe”. En este sentido añadió:  “los campos como Orletti y El Olimpo ya funcionaban desde 1970 con el inicio de la Operación Cóndor y que desde esa época fueron centros clandestinos de detención”

Con lo ocurrido dentro de la fábrica Ford fue muy claro: “Los obreros éramos torturados dentro de la misma planta. Hubo una total complicidad de Ford. Los milicos estaban apostados en el quincho de la fábrica, eran 400 militares. Ford les daba comida, alojamiento y le pagaba la nafta.” Y dio otro detalle indignado: “a nuestros familiares después que nos detenían les mandaban telegramas desde la fábrica diciéndoles que nos presentáramos a trabajar.”

Luego dio algunos detalles de su propia experiencia como detenido, lo que él llamó: “mi calvario”. “Fui secuestrado en abril, dentro de la planta, eran las 11.30. Me torturaron todo el día En total fuimos 25 compañeros de Ford detenidos en la planta y en nuestras casas.” Luego continuó con el relato: “El martes 13 de abril nos llevan en camioneta hacia un centro de detención, que después nos enteramos que era la Comisaría Primera de Tigre, permanecimos 50 días bajo tortura. Yo puedo contarla.El día que llegamos a la comisaría, a los que estaban presos los sacaraon porque no había espacio y los tiraron al río, luego nos enteramos que esos detenidos eran compañeros de ASTARSA.”

La historia estremecedora continua: “luego en un celular me trasladan a Devoto a las 4 de la madrugada, yo dije : se acabó.” De Devoto lo trasladan a Morón, al “Penal de Sierra Chica (tampoco sabia donde estaba aunque luego supo). Allí se detuvo y aclaró: “ese es uno de los penales más crueles que hay”. Allí sufrió las peores torturas, le dieron la “bienvenida”, estuvo dos años detenido, además contó que perdió el 50% de la vista de un ojo y permaneció cuatro días sin conocimiento por las torturas y agregó “aún sueño con cosas que no quisiera soñar y que viví”.

La salida llegó de manera inesperada: “Un día salí publicado en el diario. Me largaron (hasta en el momento de irme me pegaron). Yo conocía el penal por dentro, pero nada por fuera, no sabía donde estaba, no tenía un mango y tenía olor a “tumba” (a cárcel). Era un barrio de guarda cárceles.” Y allí ante ese panorama hubo un milagro: “pude llegar hasta la terminal de ómnibus, ahi el diariero le preguntó “recién saliste”, yo dije ‘sone’, en esa época si nos volvían a agarrar no salíamos más. Estaba sin dinero ni documentos. El hombre me dijo, no me mires, me dio un paquete de cigarrillos y unos fósforos. Al rato volvió y me dijo que vaya al tercer baño y busque un sobre, yo ya estaba jugado lo único que tenía era mi vida y ahi adentro muchas veces desee que me mataran”. Pero la historia tuvo un final feliz: “Me dijo que no lo mire y lanzó “Hasta la victoria siempre”. En el baño había un sobre con dinero y un pasaje a Bs. As. eso demuestra el compañerismo que había en esa época y que a pesar de todo había organización.” De regreso a Victoria dijo que tuvo que soportar la indiferencia de mucha gente, que se valía del famoso “algo habrán hecho”.

Con respecto a los juicios en la actualidad concidió con lo expuesto por Morelli: “Nunca metimos preso a un civil. Las empresas financiaban a los milicos,el premio fue que a Ford se le licuó la deuda y todavía nosotros le seguimos pagando.” Y agregó con respecto al Juicio de Ford: “se iban a juzgar a tres gerentes, el que era presidente ya murió. El juicio iba a comenzar este año en marzo, uno de los cuatro jueces se negó y ahora debemos esperar hasta el 2016. Los jueces defienden a la oligarquía”

Así entre recuerdos y ante la presencia de mucha gente y mucha juventud, la experiencia de estos dos luchadores de zona norte mantiene la memoria viva y sigue clamando por que se esclarezca la verdad y se haga justicia.

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