OPINIÓN

Por qué se conmemora el Día de la Prevención de la Violencia en el noviazgo cada 27 de mayo

Por Sabrina García

Desde el 2013 se conmemora cada 27 de mayo el Día de la Prevención de la Violencia en el noviazgo en homenaje a Carolina Aló, la joven sanfernandina que falleció asesinada por quien era su novio el 27 de mayo de 1996 a los 17 años de edad.

Carolina tenía 17 años cuando hace 27 años atrás su novio, Fabián Tablado, terminó con su vida. Si bien no fue juzgado por femicidio, porque la figura legal fue incorporada en el Código Penal recién en 2012, su asesinato fue clave para empezar a visibilizar la no naturalización de conductas violentas en el noviazgo.

Fabián Tablado cumplió una condena de 24 años por homicidio simple por haberle causado la muerte con alevosía de 113 puñaladas a Carolina Aló.

En 2013, a través de la Ley 4.547, se estableció al 27 de mayo como el Día de la Prevención de la Violencia en el Noviazgo en homenaje a ese brutal homicidio. Se trata de una fecha para pensar y repensar nuestros vínculos, para contribuir a las generaciones más jóvenes en la reeducación sobre las relaciones amorosas. Resulta fundamental transmitir y consolidar la noción de que en una relación de pareja ninguna situación de conflicto o desacuerdo puede justificar el uso de la fuerza, de un golpe, de una amenaza o de una expresión intimidatoria o humillante.

Las parejas deben relacionarse con libertad y afecto. No es amor aquel que utiliza mecanismos de control. Tampoco lo es sospechar, desconfiar o pretender ejercer un control sobre los llamados telefónicos o sobre la agenda del otro/a.

En una entrevista realizada por el Canal Encuentro, la antropóloga y activista feminista Rita Segato afirma que existe una “pedagogía de la crueldad” que lleva a convertir los cuerpos de las mujeres en cosas, el deshumanizar la vida de la mujer. Al mismo tiempo Segato sostiene que esa indiferencia, esa falta de empatía, es propia de una cultura que nos atraviesa y condiciona.

Incluso la antropóloga hace mención a que esa deshumanización también es propia de la mirada de “masculinidad” con el ambiente en donde tanto el cuerpo de las mujeres como la naturaleza son considerados cosas para el consumo. En el caso del ambiente con el extractivismo, en el de la mujer con la destrucción del cuerpo.

Según una encuesta elaborada en 2019 por la Defensoría de la Provincia de Buenos Aires, sobre una base de 11 mil personas que respondieron las preguntas, “2 de cada 10 manifestaron haber vivido alguna situación de violencia física” y “el 16% señaló que al menos una vez fueron golpeadas o lastimadas por su pareja, ya sea con alguna parte de su cuerpo o con un objeto”.

La violencia durante el noviazgo puede ser de distintos tipos. En cuanto a la violencia simbólica el “33% de las personas al menos alguna vez le criticaron su apariencia o ropa en público o privado” y “4 de cada 10 señalaron que al menos alguna vez su pareja menospreció sus opiniones en público y/o en privado”.

“A la hora de responder si sus parejas les revisan el teléfono o las redes sociales, 3 de cada 10 respondió que sí, con un 86% de mujeres que sufrieron estas situaciones. En este sentido, el 49% aseguró que fueron acusados por su pareja de haber sido infieles o coquetear con otros. El 80% de estos casos fueron mujeres”, indican los resultados de la encuesta mencionada.

Lejos de reducirse esta problemática los indicadores son cada vez más alarmantes. Según el informe de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación publicado en 2021, se registraron 231 víctimas directas de femicidio en la República Argentina entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2021. Es decir, una víctima directa de femicidio cada 38 horas.

En tanto, del informe se desprende que la distribución de femicidios directos se mantiene relativamente estable entre 2017 a 2020.

A su vez, el promedio de edad de las víctimas durante el 2021 fue de 37,3 años. Finalmente en el desglose por edad los femicidios del 2021 ocurrieron así:

  • el 8% del total eran niñas y adolescentes (de 0 a 17 años), siendo 14 de ellas menores de 13 años.
  • el 16% de la víctimas entre los 18 y 24 años
  • el 27% tenía entre 25 y 34 años, siendo éste del rango etario más frecuente
  • el 23% tenía entre 35 y 44 años
  • el 12% tenía entre 45 y 59 años
  • el 14% tenía 60 años

Debemos trabajar cada día para derribar esos mandatos de “masculinidad”, de corporación, de estructuras jerárquicas de poder. Es posible pensar en un mundo más humano, en donde podamos tejer redes comunitarias que nos permitan hacer una suerte de blindaje contra la violencia de género, una sociedad que sea empática con las personas y el ambiente. Un mundo más amoroso para vivir.


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