OPINIÓN
¿Por qué marchás vos este 24 de Marzo?
Por Nacho Álvarez*
Todos tenemos algún momento de nuestra vida donde la realidad nos golpea la puerta y nos convoca. Ese momento no puede anticiparse porque siempre los acontecimientos nos toman por sorpresa. La historia está plagada de esos acontecimientos: para Scalabrini Ortiz y Jauretche, fue la experiencia de haber vivido el 17 de octubre. Rodolfo Walsh cuenta en su libro Operación Masacre que ese instante lo “agarró” jugando al ajedrez. Narra que estaba despreocupado disfrutando del juego, hasta que alguien le dice: “Hay un muerto que habla, hay un fusilado que vive”, en referencia a un sobreviviente de los fusilamientos de José León Suarez. Después de eso, no pudo volver al ajedrez, a esa estrategia reglada como juego, al ocio. Quiso pero no pudo. La realidad de la violencia contra el peronismo le había golpeado en la cara, a él que no era peronista. Después de eso ya no pudo mirar al costado. Luego de ese instante su mundo cambió. La historia se le presentó como un acontecimiento único, se le hizo carne y hueso: un muerto que habla; casi como un fantasma.
El detenido desaparecido siempre será una presencia que se hace PRESENTE desde la ausencia. Recuerdo caminar por las calles de San Fernando y ver en la esquina de Constitución y Ayacucho una silueta con el nombre María Teresa Álvarez, esa imagen, esa pregunta, esa ausencia y el dolor inconmensurable de mi abuela Carola, no me permitió mirar para otro lado.
Hoy, fruto de la valentía de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, de Néstor y la anulación de las leyes de obediencia de vida y punto final, de los familiares. A partir de esos testimonios el 24 de marzo se agrega a los calendarios escolares, a la agenda, a las instituciones, se convierte en política pública. Logramos que se ponga en la mesa y se enuncie el horror de los crímenes perpetuados por la dictadura cívico militar del 76. Sin embargo, hay quienes buscan negar las vejaciones del Terrorismo de Estado. Se les hace difícil decir públicamente que concuerdan con la apropiación de bebes realizada por la Junta Militar, se les hace difícil reivindicar las violaciones y torturas en los centros clandestinos de detención. Por tal motivo, buscan darle cause a la negación desde otros lugares, el primero y más fácil, es minimizar la lucha de los Derechos Humanos, llamándolo un “curro”, término construido desde sectores de “Cambiemos” que es la reedición del “las locas de Plaza de Mayo”, término elaborado por la dictadura para desprestigiar a las Madres y organismos de DDHH. También se intenta trivializar el tema alegando que es algo del pasado que ya no interesa. Esos intentos sufrieron un duro revés con la apabullante movilización contra el 2X1 que pretendía brindar impunidad a los autores del Terrorismo de Estado.
Otra forma de acomodar el discurso fue tratar de negar los crímenes de la dictadura a través de la reedición de la teoría de los dos demonios, culpando a las organizaciones guerrilleras de la violencia estatal y el Terrorismo de Estado.
Como vemos la MEMORIA sigue en movimiento, en disputa, por eso : ¿Por qué marchas este 24 de mayo?.
Cada quien sabrá porque marcha, sabrá de manera colectiva ese aluvión de almas que nos encontramos en un mismo sentir. Ese ha sido el mayor baluarte de la democracia argentina, nuestro respeto y defensa como Pueblo de los Derechos Humanos.
Pero como la memoria no alcanza con almacenarla en los libros, ni en los expedientes, ni en los calendarios, seguimos marchando. Seguimos caminando.
Me gustaría terminar este escrito enunciando los motivos por los cuales voy a marchar: este 24 de marzo yo camino por vos abuela Carola, que buscaste a tu hija hasta el fin de tus días, que te la arrancaron de tus brazos la noche del 17 de noviembre de 1976, en pijama. Marcho por vos abuela, porque no habías hecho nada mal como te dijo el cura ese, porque fuiste valiente sin ser una Madre de Plaza de Mayo, fuiste a la plaza a buscarla a ella, tu hija Tere. Hoy seremos millones en la plaza buscándolos a los 30.000.
(*) Nacho Álvarez, sobrino de Teresa Álvarez, detenida y desaparecida.