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Periodismo ciudadano: peripecias para llegar a la escuela en el Delta

Periodismo ciudadano: peripecias para llegar a la escuela en el Delta

Por Sabrina García

El Delta es un lugar maravilloso para conocer, soñado para los que allí viven pero no todo es color de rosa. Estudiar tiene su costo.

Cuando la semana pasada el Consejo Escolar local brindó una conferencia de prensa anunciando la dificultad para iniciar el ciclo lectivo en el Delta, la noticia no sorprendió. La falta de dinero por parte de la Provincia generó una deuda millonaria con los proveedores de agua potable y lancha colectiva, entre otro y este año no contaría con esos servicios. Sumado a ésto la no desinfección, la falta de mantenimiento de los edificios educativos y  dragado de arroyos, volvía casi imposible el inicio del ciclo escolar.

En ese contexto un papá reclama porque sus hijas no pueden llegar a la escuela. Juan Carlos Muñoz, vecino del Delta, dice que desde el año 2014 sufre complicaciones para que sus hijas puedan asistir a clase: “En el año 2014, cuando mi hija Kiara tenía que asistir a jardín no la pude enviar. El año pasado tuve que dejar de trabajar para que ella pudiera concurrir a clases sacándola a tomar la lancha colectiva”.

Según relata Muñoz, la lancha colectiva no pasa por su casa y debe trasladar a sus hijas a un muelle para abordarla. “Perdió mucho días de clases. Este año ella comienza la primaria en la Escuela 11 del Miní y su hermana, Milagros el jardín”.

Muñoz relata que para llegar a la lancha que pasa por el Río Chaná tiene que cruzar 5 kilómetros remando por el arroyo Las Cruce pero en un sector está totalmente tapado y debe dejar la embarcación y caminar un kilómetro, con sus hijas, por medio del monte. “Le pedí al municipio que limpie esos metros y me dijeron que no tienen presupuesto”.

El lunes Kiara comenzaba primer grado, la ilusión quedó trunca. “En este momento el monte está lleno de bichos por los camalotes, no puedo dejar que mis hijas caminen por ahí. Las puede picar cualquier yarará”, relató a este medio Muñoz.

“Tanto las autoridades del municipio como los de transporte nos niegan el servicio”, opinó Muñoz y agregó: “La lancha escolar podría llegar a mi casa pero desde Transporte de la Provincia no los dejan porque dicen que no pueden navegar el Río de la Plata”. Según relata este padre, la embarcación debería navegar 1,7 kilómetros por el Río de la Plata para poder llegar hasta su vivienda, pero desde Transporte de la Provincia no lo permiten y es por eso que debe hacer el otro recorrido parte en bote y parte caminando.

“Sigo esperando nos envíen la lancha escolar a nuestro domicilio”, relató Muñoz y agregó que la directora del Jardín 915 de Chaná Miní, en segunda sección, “luchó mucho para que la envíen”.

“Para llevar a mis hijas a que tomen la lancha salgo de mi casa a las 9 y la toman 10:30, vuelvo y tengo que volver a salir a las 15.30 para buscarlas. Si las mando a la escuela no trabajo”, manifestó Muñoz.

“Por tal motivo les pido si me ayudan a compartirlo para que se sepa la discriminación que le están haciendo a mis hijas y ver si alguna autoridad de este nuevo gobierno nos puede resolver el problema”.

La noticia ya había sido publicada en este portal en julio de 2015 bajo el título “Tengo que elegir entre llevar a mis hijas al jardín o trabajar”. Hasta el momento las cosas no han cambiado para esta familia que vive sobre el Arroyo Chanacito y Caguané, de la segunda sección de Islas.

Aunque resulte absurdo, entre la casa de la familia Muñoz y la escuela hay unos 8 kilómetros aproximadamente. La distancia no debería ser impedimento para que estudien pero la falta de mantenimiento y presencia del Estado lo vuelve complejo y hasta imposible. Compartimos imágenes del recorrido que deben realizar para poder estudiar.

Juan Carlos Muñoz

Juan Carlos Muñoz

Juan Carlos Muñoz

 


  1. benja
    benja 3 marzo, 2016, 23:38

    A ver si las autoridades ponen manos a la obra, la gente vive en la isla desde q hay lanchas en el mundo, estamos en el 2016 y no pueden mandar una lancha a buscar a dos criaturas para que puedan ir a estudiar y el padre a trabajar…. después se llenan la boca hablando de inclusión social. 1.7 kilómetros separan los dos puntos son 10 min. en lancha si en el siglo 21 esto no tiene solución disfracémonos de monos y saltemos a los arboles porq nos tapa el agua

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