by Sabrina Garcia | 19 julio, 2015 12:02 am
Por Sabrina García
Julieta tiene cuatro hijos. El más chico, ‘Toto’, tiene cuatro años y va al jardín. Cada mañana al despertar le pregunta a su mamá: “¿Hace frio?”. Él, como todos sus compañeritos, sabe que si la temperatura marca 5°C o menos, ese día no tiene clases. “Ya no pregunta qué hora es, pregunta cuántos grados hace para ver si le toca o no ir a clases”.
Aunque parezca extraño, el colegio más grande de San Fernando, el histórico y emblemático “José Gervasio Artigas” no cuenta con las condiciones mínimas para afrontar las bajas temperaturas del invierno: los vidrios rotos y la escasa calefacción llevan a los directivos a tomar decisiones como estas. “Hay cinco aulas pero una sola tiene calefacción porque un papá la arregló”, cuenta Julieta.
En primaria sucede algo similar. Hay tres aulas con calefacción. Los alumnos se turnan para ir a clases: “Un día tienen 1°, 2° y 3°, y al otro día tienen clases 4°, 5° y 6°”, relata esta mamá que siempre carga con alguno de sus hijos al trabajo porque no siempre “le coinciden que todos tengan clases”.
Los padres se organizaron y elevaron una nota a la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia pero aún no han tenido respuesta. El caso es insólito. La situación afecta a la comunidad educativa desde jardín, pasando por primaria, secundaria y hasta llegar al profesorado. En los últimos dos casos las clases se dictan igual, a pesar del frío.
En junio, alumnos se manifestaron en la puerta del Consejo Escolar local exigiendo una respuesta. Por el momento a los estudiantes no les queda otra que aguardar que llegue la primavera y que el viento que entra por las ventanas sin vidrios sea un poco más cálido.
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