DEPORTES
Mateo Retegui, el 9 talentoso que sorprendió a Guillermo Barros Schelotto
El calendario marcaba el 1 de diciembre. El mismo día en que operaban a Darío Benedetto y Walter Bou se daba de baja de la convocatoria por una lesión, Guillermo Barros Schelotto concentraba a Mateo Retegui , que 12 días antes había debutado en la reserva de Boca. El mellizo tenía visto al delantero de 18 años de un partido con la primera y lo probó en un amistoso de los suplentes contra Ferro: Retegui hizo dos goles. Terminó 2017 ocupando el banco frente a Arsenal y Estudiantes. Un mes de ensueño para el hijo de Carlos Retegui , el arquitecto detrás del inolvidable oro olímpico del seleccionado masculino de hockey en los Juegos Río de Janeiro 2016.
Chapa Retegui, que ganó varios títulos como entrenador de las Leonas, fue un histórico mediocampista del equipo nacional de varones, en el que participó tres veces en Juegos Olímpicos. “Soy futbolero de alma. Quiero que Mateo sea feliz, y a él lo hace feliz jugar al fútbol en Boca. Estamos orgullosos de lo que está pasándole y agradecidos por cómo lo arroparon sus compañeros y el cuerpo técnico”, dice Carlos.
La historia de Mateo es tan interesante como única. Jugó al hockey en San Fernando y en el seleccionado juvenil, en el que llegó a ser dirigido por su papá, pero su pasión era el fútbol. Dejó River para jugar al hockey y tiempo después empezó unas pruebas en la sexta división de Boca. Al mismo tiempo se preparaba con los Leoncitos para el Mundial Sub 21, hasta que en abril de 2016 tomó la decisión de jugar al futbol. “Lo tiene en la sangre”, asegura su padre.
Chapa es hincha de River, pero no escatima elogios cuando habla de Boca y el trato que tuvo el club para con su hijo: “Lo entrenaron tipos como Guillermo, Gustavo y el Flaco [Rolando Schiavi], que escribieron la historia de Boca con su nombre. Está en uno de los clubes más grandes del mundo y tiene que retribuir con trabajo, compromiso, educación y cuidado. Me da tranquilidad que esté en ese camino”. En el club destacan de Mateo su presencia en el área, cómo maneja el cuerpo y su buen remate. “Es un chico que entiende el juego”, agrega su papá.
Flaco y alto (mide 1,88 metros), Retegui está de pretemporada con la reserva, que dirige Schiavi. Las llegadas de Carlos Tevez y Ramón “Wanchope” Ábila llenaron las vacantes en la delantera; nada nuevo en el mundo Boca, donde hay que ser paciente y estar preparado para cuando llegue la oportunidad. “No le da bola al apellido. Eso tiene que ver con la personalidad, y a mí me pone contento. Me dice: «No soy Chapa. Soy Mate»”, afirma su padre. Será en adelante Mate Retegui, entonces.
Fuente: La Nación