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Los isleños desplazados por Colony Park están expectantes ante el avance de la causa judicial

Los isleños desplazados por Colony Park están expectantes ante el avance de la causa judicial

Expectantes ante el avance de la causa judicial, los isleños desplazados por Colony Park llevan años de denuncias y resistencia. La obra está frenada desde 2011, pero los efectos del mega emprendimiento inmobiliario ya dejaron su huella en el ambiente del Delta.

Mientras vecinos de Tigre y organizaciones ambientalistas están en plena campaña por exigir un freno a la construcción de barrios privados en el distrito y planean marchar hacia Nordelta la semana próxima, resurge el añejo e inmenso conflicto en torno al emprendimiento inmobiliario Colony Park. Presentado como “isla privada” en un sitio web todavía vigente, el proyecto comenzó a erigirse en 2008 y fue detenido en 2011, en el marco de una causa judicial radicada en el Juzgado Federal 1 de San Isidro. Años después de haber sido desplazados de su lugar de vida y trabajo, los isleños se organizaron para resistir y reclamar Justicia.

Colony Park, que prometió y vendió lotes para construir con todo lujo sobre una superficie de casi 400 hectáreas, es hoy un gran terraplén artificial, rodeado de una estacada de maderas que comienzan a pudrirse (ver foto). Pero el freno de la mega obra no revirtió los efectos ya causados sobre el hábitat: desmonte, desvío de cursos de agua, pérdida de fauna. Además de los empresarios al frente de la obra, las responsabilidades alcanzan a funcionarios municipales, provinciales y nacionales, sobre quienes hay pedidos de procesamiento pendientes de resolución, por ser considerados “partícipes necesarios del delito de daño agravado en perjuicio de bienes de uso público”.

En tanto, el último martes fue convocado a sede judicial para hacerle saber sus derechos el empresario Hugo Damián Schwartz, en lo que sería el paso previo a su llamado a indagatoria. En la causa consta que él “no integraba formalmente la Sociedad Anónima, pero hay elementos para probar que era uno de los responsables del emprendimiento”. De hecho, él mismo se habría reconocido como vinculado a Colony Park en el juicio que la firma le inició a uno de los isleños, donde Schwartz se habría presentado como apoderado.

Colony Park le compró los terrenos a Better, una firma uruguaya que a fines de los años ochenta se los había comprado a propietarios particulares. Cuando Colony comenzó las obras, en 2008, unas veinte familias vivían en los arroyos Anguilas y La Paloma, en la Primera Sección del Delta del Paraná. Pero fueron arrasadas. Juan Derganz fue uno de los isleños que ofreció mayor resistencia: su casa sigue en pie, junto a un cartel donde a duras penas se lee Colony Park en gris gastado. “Como hicieron todo sin permisos y dragaron hasta donde se les dio la gana con el consentimiento de Prefectura, se me está derrumbando la orilla y perdí el muelle”, contó el hombre, que llegó al Delta en 1987.

Las viviendas de otros isleños, en cambio, fueron borradas del mapa. Literalmente. Incendiadas o derribadas en sospechosos episodios que obligaron a sus ocupantes a exiliarse a otro punto del Delta o asentarse en continente. Por entonces, Antonio Ledesma estaba enfermo y se había mudado a la casa de su hija en San Fernando para recuperarse. “Un día viene un vecino y me dice ‘tu casa está en el suelo, la mía también’. Eran varias casas, algunas quemadas. Un desastre. Nos quemaron los ranchos como lo hacían con los indios”, comparó Ledesma, padre de nueve hijos e instalado en la isla desde 1973.

Gerónimo Gadea es segunda generación de isleños; nació y creció sobre el arroyo Paloma. “Estuve unos días sin venir y cuando volví para cazar nutrias había gente volteando casas. Me dijeron que tenían la orden de Colony Park”, denunció. “Ahora trabajo en una quinta. Me fue imposible recuperar lo perdido”, se lamenta. Su hermano, Julio Gadea, también vivía en la zona. Su salud se desplomó después que en 2008 le quemaran la casa. Julín, como todos lo conocían, murió en enero de 2012.

Fuente: Luciana Rosende para El Argentino Zona Norte

 


  1. alicia
    alicia 21 mayo, 2015, 17:03

    como les gusta mentir a esos que dicen ser isleños!!! todos salieron de ahí mucho antes de colony

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  2. Daniel Ignacio Vâzquez
    Daniel Ignacio Vâzquez 22 mayo, 2015, 11:20

    ¿Cuando nos convertimos en ciudadanos argentinos? Para ante un atropello a nuestros derechos consagrados en la Constituciòn Nacional y demàs leyes vigentes actuamos de hecho, convocàndonos por este espacio para presentarnos en el lugar que se pretende avasallar e impidiendo la ejecuciòn de las obras ilegales, paralelamente denunciarlas judicialmente. Ambas acciones deben realizarse para no seguir llorando luego de permitir el hecho consumado. Hay que tocarles, de entrada, lo ùnico que les duele, EL BOLSILLO.

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  3. elio arena
    elio arena 22 mayo, 2015, 11:22

    ojala triunfe la justicia por sobre los intereses economicos. siempre unidos y organizados. mucha suerte a los isleros.

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