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“La solución definitiva es la erradicación y relocalización de urbanizaciones que ocupan los humedales”

“La solución definitiva es la erradicación y relocalización de urbanizaciones que ocupan los humedales”

Las aguas bajan lentamente y los afectados son miles. Una vez más Patricia Pintos – geógrafa e investigadora del Centro de Investigaciones Geográficas (CIG)- cuenta que no solamente el problema de las inundaciones es la lluvia.

Pocos meses pasaron desde que, en noviembre pasado, las aguas del río Luján desbordaran y dejaran como resultado cientos de evacuados y un daño material que aún no se ha podido reponer. En mayo de este año, Patricia Pintos, explicó que las causas aparentes de estos desbordes son las lluvias pero que, de fondo, existe otro problema: el crecimiento de los barrios privados sobre la cuenca del Río que destruyeron su normal cauce.

En este momento hay más de 65 urbanizaciones cerradas que ocupan alrededor de 9000 hectáreas. ¿Existe una normativa que controle las transformaciones que se producen en el ambiente, producto de estos emprendimientos?

Estas urbanizaciones a las que llamamos como acuáticas o cerradas polderizadas por la producción de lagunas artificiales que forman parte de su oferta paisajística, se encuadran legalmente en las figuras de Clubes de Campo o Barrios Cerrados.

El sistema de ordenamiento territorial ambiental, requiere de un abordaje en tres campos: la normativa urbanística territorial, ambiental y de gestión del agua. Estos tres aspectos están regulados por leyes con alcance provincial y nacional. Para su aprobación, estos emprendimientos urbanísticos deben cumplir una serie de requisitos y condicionamientos, en primer lugar, de localización, es decir, si el uso está admitido en la zona según usos del municipio.

Lamentablemente, el contundente marco regulatorio que supuestamente se exige, contrasta con los resultados de su aplicación. Frente al desentendimiento y falta de control del gobierno provincial y los municipios, termina prevaleciendo la institución de los hechos consumados.

¿Han acercado al municipio los estudios realizados desde el Centro de Investigaciones Geográficas mostrando las consecuencias de estos emprendimientos?

Los resultados de nuestras investigaciones son decididamente críticos de la lógica colaboracionista de los municipios con el mercado desarrollador inmobiliario; sin embargo en algunas oportunidades hemos compartido espacios con funcionarios municipales y provinciales, por lo cual están muy al tanto de nuestros trabajos.

Por otra parte ha sido una preocupación permanente no restringir la circulación de los resultados a los ámbitos académicos, debido a eso participamos de manera activa en foros, paneles y mesas de debate junto a movimientos y organizaciones sociales que trabajan por darle visibilidad a las consecuencias depredatorias de este modelo urbanizador. En lo personal considero que la universidad pública debe ser sensible a los problemas de la sociedad y estar muy presente aportando elementos para el debate.

¿Cuál es la solución a la problemática de las inundaciones?

Mi posición es apenas sobre la incidencia del urbanismo privado en ecosistemas estratégicos y bienes comunes como los humedales metropolitanos. En principio aparece la necesidad de resolver muchos de los problemas actuales por medio de obras hidráulicas correctivas, una solución en extremo costosa, obras que de haberse preservado el sistema de desagües naturales, no serían necesarias en muchos casos. Mirando hacia adelante, desde mi punto de vista se debe avanzar en la prohibición definitiva de nuevas urbanizaciones cerradas en humedales que de continuar la tendencia sólo contribuirían a agravar el problema. En relación a las ya existentes, las posiciones más radicales sostienen que la solución definitiva es la erradicación y relocalización de estas urbanizaciones restituyendo los territorios actualmente ocupados a las dinámicas del humedal que lo prexistía; si bien esta es una solución muy onerosa y de largo plazo, ya se viene aplicando en la periferia de Nueva Orleans luego de años de tratar de resolver infructuosamente el problema de las inundaciones periódicas por medio de costosas obras hidráulicas; el desastre provocado por el huracán Katrina hizo necesario tomar resoluciones de fondo de este tipo.

Fuente: Cecilia Etcheverry para La Izquierda Diario


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