by Sabrina Garcia | 3 diciembre, 2018 12:01 am
Por Sabrina García
El sábado 8 a las 21.30 horas se presenta el espectáculo ‘La Nash y La Kiki’ en el Club Artesanos del Dique. Las entradas están a la venta en Difference (Constitución 701 esquina Quirno Costa) y la sucursal de Ricardo Rojas de Pan y Queso (Marco Sastre esquina Avellaneda). Charlamos con sus protagonistas sobre su carrera, sobre el transformismo, los desafíos de producir un espectáculo “a pulmón”, sobre prejuicios y discriminación, y por sobre todas las cosas de humor.
Ell@s son La Nash y La Kiki. Se conocieron hace cinco años en un casting para un espectáculo de la calle Corrientes. Descubrieron en el transformismo un nicho para vivir del humor y hoy producen sus propios espectáculos. Dicen que muchos, ante el desconocimiento de lo que proponen artísticamente, muestran la cara del prejuicio pero aseguran que aquellos que tuvieron la posibilidad de verl@s l@s siguen en todos los espectáculos.
Fueron a comprar las telas de los trajes a Villa Adelina. Están con los preparativos de su próximo show que realizarán el sábado 8 de diciembre en el Club Artesanos del Dique. “Nos conocimos en un casting para un espectáculo de la calle Corrientes”, cuenta Nash y Kiki agrega: “Pegamos onda enseguida porque como los dos somos de zona norte y había chicos de Avellaneda, de Flores”. Ambos acuerdan que el transformismo es muy visto en Ciudad de Buenos Aires y algunas zonas del Conurbano pero acá, en zona norte, es menos frecuente.
La Nash vive en Villa del Carmen y La Kiki en Ricardo Rojas (Tigre).
[1]-¿Cómo comenzaron sus carreras?
Nash: Yo hago teatro desde los 15 años (tiene 34). Siempre en talleres de zona norte. Hace cinco años atrás, quien era mi profesora necesitaba hacer una varieté con un montón de atracciones y como yo había hecho un sketch montado de mujer me propuso hacerlo. Armé cuatro cuadros para esa varieté. Fue genial. Después me pidieron para un bar en Tigre y ahí arranqué a hacer funciones con monólogos, más armados. Me gustaba el humor y el transformismo. Lo había visto en boliches de capital y me había llamado la atención.
Kiki: Me pasó más o menos lo mismo. Comencé con teatro a los diez años, tengo 22. Arranqué con un taller municipal en Ricardo Rojas, donde vivo. Después seguí con un grupo en Talar de Pacheco y era el único chico gay en 30 personas. Yo no tenía problema en hacer cualquier personaje. Arranqué con algunas comedias, siempre en personaje de hombre vestido de mujer, no de transformismo.
-¿Cuál es la diferencia?
K: En esas obras de teatro yo hacía personajes de hombres que se vestían de mujer para tal cosa. Formaba parte del personaje.
Ahí me empezó a picar la curiosidad, sentía que causaba más gracia, que gustaba. Empecé a mirar videos por YouTube. Una amiga me pidió que fuera transformista en una fiesta, que recibiera a los invitados y me sumé. En ese momento jugaba con el zapato que heredas de tu hermana.
N: Sí, empieza todo como un juego. Mucho prestado. Es como cualquier trabajo cuando uno empieza sin saber. Te vas fogueando y armando. Cuando empecé con el personaje parecía mi abuela: peluquitas cortas y de rulitos, de cotillón. Después entendés que hay otras pelucas que se pegan a la frente, que tienen raíz que parece real, que el maquillaje que se usa es otro, tapar la barba. El personaje lleva un montón de cosas. A veces la gente cree que vos te ponés una peluca y un labial y subís a hacer el cuadro.
-¿Cuánto tiempo les lleva producirse para el espectáculo?
N: Una hora entre maquillaje y vestuario.
K: Para una obra de teatro nos tomamos ese tiempo para hacerlo bien, por las luces. Si es un evento podemos demorar 20 minutos, porque ahí estás más cara a cara con la gente. Varían los maquillajes.
N: En un teatro debes marcarte bien los pómulos, por ejemplo, porque la luz te come y tu cara queda igual a cuando estás sin maquillaje. Tenemos que marcar los rasgos femeninos súper fuertes.
-¿Arrancaron con este espectáculo hace cinco años?
K: Hace cinco años hicimos el espectáculo en calle Corrientes. Duró un mes. Nos fuimos a hacer nuestra primera temporada en la costa y cuando volvimos nos pusimos con una productora.
N: En la temporada estábamos en distintos elencos. Compartíamos la misma casa pero éramos 25 transformistas y se hacían obras de a tres. En el tercer año nos fuimos a Chile, ahí sí trabajamos juntos. Hicimos Viña del Mar.
-Viña del Mar ¿en la plaza?
N: Sí, con el espectáculo Argentinísima
-Las vi! Estaban hermosas y con un espectáculo súper producido…
K: No, me muero. Gracias!. Sí, fue una temporada agridulce.
-¿Por qué?
K: Nosotros fuimos a trabajar al Casino de Viña del Mar y hubo un problema y terminamos sin trabajo.
N: Ahí nos viste vos. Salíamos a patear la vía. Nos quedamos tres meses.
-Es que era una producción imponente para la calle…
N: Es que nos decían eso, que ‘nunca se vio una obra en la calle así’. Cuando nos volvimos hicieron The Switch, que era un reality, en la calle. Ahora hace programas desde la calle. Nosotras, siendo de otro país, les abrimos ese camino.
K: Caminábamos diez cuadras con los tacos hasta la plaza.
N: La gente nos veía venir y nos hacía caravana
-¿Cuándo comenzaron a preparar sus propios espectáculos?
N: A partir de la segunda temporada en la costa. Cuando nos fuimos a Chile. Siempre nos presentamos en la Sociedad Italiana de Tigre. Nuestro espectáculo se llama siempre igual “La Nash y La Kiki” pero cambiamos los cuadros cómicos. Cada show es distinto. A veces repetimos uno o dos cuadros que son los que nos pide la gente como fue el de “La psicóloga”. Lo hicimos cinco veces y yo decía basta pero nos seguían diciendo ‘por favor, hacé la psicóloga’.
A veces hacemos encuestas en Instagram o en Facebook para que elijan lo que más les gusta. En el último espectáculo que hicimos en Tinku Teatro hicimos una obra con lo que el público pidió por medio de la votación.
-Un espectáculo a la carta…
K: Claro. Fue lo mejor de La Nash y La Kiki y la gente debía votar cuáles fueron los mejores cuadros. Así armamos el show.
N: Hay un cuadro que cambia el contenido pero que está siempre que se llama ‘Audios de WhatsApp’. Recreamos los mejores audios virales de la red.
-¿Qué más va a tener este espectáculo?
K: Por lo general somos tres en escena y esta vez vamos a ser diez.
N: Y todos son artistas de zona norte. Les pedimos a los que nos fueron a ver, que nos conocen, que propongan artistas de la zona y que puedan sumarse a nuestro show. En esta oportunidad va a ver chicos que bailan axe, otros folklore, una cantante y sumamos magia. Es la primera vez que vamos a hacer magia.
-Ustedes además dirigen y producen
N: Sí, nos encargamos hasta del vestuario. Obviamente es una producción muy a pulmón pero tratamos de quedar todo en composé.
K: En la función anterior pudimos crear un elenco que vamos todos para el mismo lado. Si uno no tiene algo, el otro se lo presta.
-Funcionan como una cooperativa
N: Exactamente. Además los artistas no sólo trabajan con un fijo sino que también se llevan un porcentaje de la venta de entradas. Sabemos lo que significa vender una entrada: venimos de la Sociedad Italiana de Tigre donde entran 150 y acá entran 280 personas. Allá hacíamos doble función y la realidad nos llevó a bajar a una función. Ahora por fin de año redoblamos la apuesta. Acá en zona norte no está visto el transformismo, hay gente que ni sabe lo que es. El ‘Drag queen’ o transformismo es muy de boliche gay, si no fuiste no conoces.
-¿Se llama Drag queen?
N: Sí, a los que son de afuera. Son más exuberantes, usan pelucones gigantes. Acá, en latinoamérica se lo conoce como transformismo. Es decir: transformás tu fisonomía.
K: La diferencia es que el Drag queen es más caricaturesco, más exagerado. Nosotros hacemos un transformismo en donde nos personificamos de mujer.
N: Más femenino, no tan grotesco.
-Cuando hablan de acá se refieren a Capital. ¿Cómo se vive en el Conurbano?
N: Yo he visto mucho en zona oeste. Se usa mucho en conducción de boliche. En zona norte intentaron poner boliches gay y no funcionaron.
K: Y los boliches heterosexuales son otra cosa. En zona sur y en zona oeste hay mucha más gente, cada dos cuadras tenés un boliche y siempre están llenos. En zona norte es mucho más tranquilo.
N: Acá casi no hay movida nocturna y siempre respetan el estilo. En algún momento en el Latino trajeron Drag pero no se en qué quedó. Nosotras trabajamos en algunos bares de Tigre. Nosotras queremos laburar nuestra zona, a veces traen transformistas de Capital y nosotras queremos acaparar nuestro lugar.
-El espectáculo del 8 de diciembre es el Club Artesanos del Dique…
N: Sí, lo han remodelado. Está hermoso. Nuestro espectáculo dura cerca de dos horas con un intervalo en el medio. El lugar cuenta con un bar. Es el último espectáculo del año.
Una de las cosas que nos encantaría es hacer nuestro espectáculo en el Teatro Martinelli. Yo empecé a estudiar ahí. nos encantaría estar ahí. A veces no saben qué es lo que hacemos y hay mucho prejuicio. Una vez invitamos a la gente de Cultura de Tigre porque pensamos que cuando hicieran algo sobre diversidad nos podían tener en cuenta y no fueron. Imaginate, con lo que nos cuesta vender una entrada, tener esa butaca vacía nos dio una bronca. Porque es dinero que perdemos y además dejamos a alguien afuera.
-Tigre trabaja la temática diversidad?
N: Sí, hicieron varios encuentros pero siempre convocaron a las mismas. Por eso nos parecía bueno mostrarles lo que hacíamos pero no fueron.
-Y, cuándo hablan de prejuicio ¿a qué se refieren?
N: El otro día fui a animar un cumpleaños y una mamá apenas me vio entrar le tapó los oídos al nene. Le dije ‘Vas a estar las dos horas tapándole el oído?’.
K: Cuando nos preguntan por los chicos y que onda con el espectáculo nosotras aclaramos que no van a escuchar otra cosa distinta de lo que escuchan en la casa, la tele o en la calle. Nada raro, ‘no te vamos a degenerar al chico’.
N: Los nenes son los que quieren volver a vernos. Nos ha pasado en la costa de familias que volvieron a la segunda función porque se lo pidieron sus hijos.
-Ven a un hombre vestido de mujer y se imaginan ahora qué me va a decir….
N: O me va a tocar!. Yo muchas veces les digo ‘no estas tan bueno’, porque se piensan que los vas a tocar. La mujer te lo dice ‘él no quiere pasar porque tiene miedo’. Nosotros hacemos participar al público pero es hacerlos jugar, cantar, bailar, todo muy naif.
-Hablando de prejuicio. La pregunta obligada es ¿cómo viven la mirada del otro? ¿Cómo es el trato que reciben de la sociedad?
N: Yo creo que nunca vamos a cambiar. Se pueden cambiar las leyes y está buenísimo pero siempre está presente eso del grupito que por debajo está riéndose porque vos sos diferente. Hoy nos pasó. No es solo el hombre, la mujer también. Por ejemplo, nosotras tenemos las uñas largas y nos las pintamos para que no se rompan. Vamos en el colectivo, nos miran las uñas y al toque van a la cara. Se deben preguntar ‘qué hace un hombre con uñas largas y pintadas’.
-¿Les ha pasado que los encaren para agredirlos?
K: En las temporadas nos han pasado muchísimas cosas. El año pasado a ella la escupieron, nos han puteado, empujado. Nosotras contestamos: esto es un trabajo. No estamos paradas ahí para que cualquiera venga y te haga lo que le parezca. Si vos atendés un local yo voy y te respeto, no iría a hacerte eso. Bueno, nosotros esperamos que nos respeten. Nuestro trabajo lleva mucha preparación, mucha inversión. Yo hoy le decía: ‘la vida del puto es caro, porque nos tiramos de todo’.
N: Ostentoso! No tenemos un peso pero nos queremos tirar hasta el último brillo.
-Cambian los espectáculos ¿también cambian el vestuario?
K: Obvio!
N: Nosotros repetimos el vestuario del espectáculo en los shows privados pero no lo usamos en otra función.
-Un presupuesto!
N: Sí, nosotras hacemos un cuadro tras otro.
K: Tenemos más de quince cambios de vestuario cada una. Buscamos no repetir colores, modelos.
-Utilizan mucho las redes sociales para fidelizar al público…
N: Totalmente. Es nuestra forma de difundir lo que hacemos y también para generar diálogo con el público. También hacemos sorteos de entradas.
[6]-Tienen auspiciantes…
N: Sí, nos dan cosas para sortear en el espectáculo.
K: Además de ir a ver la función y cagarse de risa, tienen la oportunidad de llevarse un regalo.
-Las entradas están a la venta en San Fernando y Tigre
K: Sí, están a la venta en los locales de Difference y en Pan y Queso. Además el día de la función se pueden sacar directamente en el Club Artesanos del Dique. Salen 250 pesos
N: Tenemos muchos que vinieron de invitados y se quedaron fijos. Una vez vino un amigo a vernos que trabaja en el Carrefour de Torcuato y nos pidió tres entradas, a la siguiente nos pidió 10, y en la siguiente 30. Es decir se trajo a todos los compañeros. Se van sumando y cada vez son más, eso está buenísimo.
Punto de venta de entradas:
Para más información
En Facebook La Nash[7], Alen Pereyra[8] y en Instagram @lanash_[9] y @lakikishow[10]
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