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ENTREVISTAS

José Luis Casares: “En zona norte necesitábamos tener una universidad pública”

José Luis Casares: “En zona norte necesitábamos tener una universidad pública”

Por Sabrina García

José Luis Casares es el Secretario General de la CGT Zona Norte. Con él dialogamos sobre los desafíos que tiene el sindicalismo, las similitudes y diferencias con otros dirigentes sindicales, los escenarios políticos y la primera universidad pública de los trabajadores, la Universidad Scalabrini Ortíz.

¿Cuándo comenzaste a militar en la CGT regional?

Hace aproximadamente 20 años, comencé como último vocal de una lista. En ese momento nosotros conformamos lo que fue el MTA (Movimiento de Trabajadores Argentinos) de la Zona Norte. En los ’90 el movimiento obrero sufrió una división importante en el cual por un lado estaba la CTA y por el otro nosotros. Éramos un grupo de sindicatos los que conformamos el MTA, nos constituimos como un grupo diferenciado dentro de la CGT. A diferencia de los compañeros de la CTA que terminaron conformando un espacio por fuera.

Nosotros creíamos que teníamos que defender el modelo de la representación de la central única pero con un cambio de política. En ese momento se cuestionó mucho el neoliberalismo y desde la Zona Norte, con otras organizaciones de desocupados y de derechos humanos, coordinamos acciones luchando contra esas políticas. Después confluimos la CGT disidente, en el 2006 llegó la unificación y asumí como Secretario General.

En el 2010, por medio de un Plenario me volvieron a designar para el mismo cargo y ahora se estaría cumpliendo el plazo. Ahora no sabemos si lo vamos a definir por Plenario, la división a nivel nacional complica la normalización regional, fundamentalmente la delegación que abrieron los compañeros que responden a Hugo Moyano. Hay otros que responden a la misma conducción pero que regionalmente se han mantenido con nosotros.

Creemos que la CGT debe mantenerse unida y no separada por políticas partidarias. La CGT es de todos los trabajadores más allá de su afiliación partidaria. Entendemos que la pata partidaria va por fuera de la sindical. Nosotros creamos la Mesa Sindical del Proyecto Nacional para militar dentro del espacio kirchnerista.

¿Cuáles son los principales desafíos que se te presentan frente a la conducción de la CGT regional?

Fundalmentalmente que la CGT debe marchar hacia la unidad. Esa unidad debe estar basada en los puntos en los que estamos todos de acuerdo los que conformamos el movimiento obrero, intereses que representan a los trabajadores: el empleo no registrado, la formación-capacitación, el primer empleo para jóvenes, un sistema educativo público y privado de excelencia para los hijos de nuestros compañeros, un sistema de salud de calidad administrado por el Estado y por la organizaciones sindicales, trabajar para que los compañeros que no tienen trabajo lo tengan. Esas son algunas de nuestra prioridades.

A partir de la última medición el INDEC en la que se reconoce un incremento en el desempleo…

Se amesetó. En el último año hubieron algunos despidos, algunas suspensiones, la industria se ha amesetado. Hubo algunas complicaciones en la industria automotriz ligada a la crisis de Brasil, eso rebota en las empresas autopartistas, que eso es el sector metalúrgico. Al pararse el boom automotor repercutió en la industria metalúrgica.

También sufrieron complicaciones en el sector vinculado al plástico por las importaciones. Hay algunos empresarios que se resisten a suplantar insumos importados por los de producción nacional.

Sobre el bono de fin de año y el pago de ganancias con el medio aguinaldo ¿Cuál es tu mirada?

Hay sectores que le impacta a todos los trabajadores, como el bancario. En un momento de crisis social, los que tenemos un poco más es moralmente es aceptable aportar más para que el Estado pueda recaudar y aplicar políticas de contención a los compañeros que aún no les ha llegado los beneficios del modelo. Con respecto a Ganancias, tenemos una definición muy clara que los trabajadores no tendrían que aportar, sobre todo sin los números de la economía comienzan a mejorar y además hay sectores que no están aportando. En todo caso ciertos salarios altos podrían estar alcanzados por algún impuesto pero que no debería llamarse Ganancia, cambiar la denominación a “altos ingresos”. El sistema de impuesto (Ganancias) no está mal, es progresivo, lo que pasa es que algunos trabajadores lo están pagando y no deberían, no son salarios excesivos.

Igual si uno dice que no a algo debe tener una propuesta alternativa. Una forma es reemplazarlo por las ganancias de las empresas. Ahí estaría la carga sobre los que más ganan que son los empresarios. En lugar de reclamar un bono que tengamos participación en las ganancias de las empresas.

En cuanto a lo público, hay salarios en la administración pública que están en un sueldo mínimo. Ahí se podría pensar en lugar de un bono una distribución en función de la recaudación, garantizando un piso desde el gobierno provincial. En eso tenemos coincidencias todos los sectores sindicales, por eso la unidad del movimiento obrero puede darse con una agenda, acordamos cinco temas y avanzamos.

Esa agenda, a nivel regional ¿Existe?

Hay sectores de la zona norte que tenemos coincidencia y diálogo, hay otros que por sus métodos no tenemos diálogo. Lo metodológico es ideológico. Vos no podés tener un discurso de izquierda y construir metodológicamente como si fueras de derecha.

Sobre las distintas posturas frente a Ley de Paritarias Municipales ¿Cómo la evalúan uds.? 

Apoyamos plenamente esa Ley para Paritarias porque eso permitiría que no haya empleados municipales de primera y de segunda. La Paritaria es una bandera irrenunciable para nosotros. No veo argumentos contundentes de los intendentes para oponerse. Los empleados municipales como todos los trabajadores de la Argentina tienen derecho a paritarias, ese es un principio básico.

El dirigente sindical y diputado por el Frente Renovador, Facundo Moyano estuvo dando una charla en la Universidad de San Andrés y dijo que el próximo presidente iba a tener que ajustar. “Lo que no significa que hoy no haya ajuste, teniendo una inflación del 40%”, dijo. ¿Cuál es tu mirada al respecto? 

En general el salario le ha ganado a la inflación. No hay duda que hubo un incremento de precios, coincido con que hay inflación pero no con el ajuste. El ajuste tiene dos vertientes: la reducción de salario público y del gasto público. Si hay inflación que es generada por los productores de precios.

Hay una importante (entre otras) para los trabajadores se llama Ley de Regulación de las Relaciones de Producción y Consumo, mal llamada Ley de Abastecimiento, que permite que nos metamos en la cadena de valor de un producto y a eso muchos sectores del movimiento obrero no le han prestado atención. Para nosotros es una ley fundamental porque construye el precio de los productos alimenticios del cual nuestro salario depende directamente.

Por eso digo que lanzar discursos armados de manera imprudente en general termina fortaleciendo los discursos de los sectores antipopulares. El ajuste más claro es lo que pasó en el 2001.

¿Cuál es tu relación con los intendentes de la región?

Institucional. A los intendentes los eligieron los habitantes de sus ciudades y a mi me han elegido los trabajadores. Yo los respeto institucionalmente y exijo que ellos respeten a los dirigentes sindicales. En algún momento tuvimos mejor trato porque la CGT estaba unida y porque no se metía las cuestiones partidarias en la región.

¿Cómo ves el entramado del Frente para la Victoria en la región?

Están tratando de constituir una alternativa que creo debe ser de unidad. En la región hay gobiernos que expresan proyectos antipopulares. Desde la Mesa Sindical estamos priorizando el proyecto nacional en la zona y buscamos la unidad porque la división favorece a los sectores con los que no compartimos ideológicamente. Desde que empecé a hacer política siempre estuve en la oposición, hasta que en el 2003 empezamos a ser parte del oficialismo. Nosotros no acompañamos este proyecto que lidera la presidenta, nosotros somos parte de este proyecto.

La Universidad Scalabrini Ortíz obtuvo media sanción en Diputados. Fuiste uno de los que la impulsó. ¿Cómo se encuentra el proyecto hoy?

El proyecto comenzó en el 2006, pensábamos que los trabajadores y los hijos iban a estudiar y no teníamos una universidad pública. Comenzamos con esta idea loca partiendo que Lomas tenía, San Martín tiene, por qué no íbamos a tener nosotros que es una zona con muchos trabajadores. Los hijos de los trabajadores para estudiar necesitan ir a capital y trabajan, es imposible y terminan dejando sus estudios.

El que nos impulsó el primer proyecto de la Universidad fue el diputado Alberto Balestrini. Quién nos puso en contacto con Balestrini fue el compañero Carlos Gdansky, diputado nacional por La Matanza y dirigente de la UOM.

En el 2010 estuvimos a las puertas, llegó a Senadores y Filmus la tiró sobre tablas. En ese momento no tenía nombre, era la Universidad de la Región Metropolitana Norte. Los senadores opositores proponían discutir el presupuesto nacional y la presidenta ya había decidido prorrogar el presupuesto anterior. Como no acordaron se tiró para atrás el proyecto de la universidad.

Nuestra Universidad es anterior a los ocho proyectos de universidades que salieron últimas. Nosotros teníamos la fortaleza que nuestro proyecto no era de los intendentes, era de la CGT y una Comisión que todavía sigue funcionando. Convocamos a los distintos colegios de profesionales, a la Unión Industrial de la zona y a la CAME, esa fue la Comisión que impulsó el proyecto. Antes del 2010 los intendentes tenían un representante en la Comisión que cuando cambiaron las instancias políticas, los intendentes sacaron eso representación. No nos quisieron dar el aval, Jorge Macri públicamente lo ha reconocido.

Actualmente la Comisión funciona con el Presidente del Colegio de Arquitectos de Zona Norte, el Presidente de la Unión Industrial de San Isidro, la CTA, la CGT y algunas organizaciones intermedias. El proyecto tiene media sanción y estimamos que a fin de año se convierta en ley. Va a tener una sede central en San Isidro pero va a funcionar con delegaciones (regionalmente). El año que viene lo vamos a definir en el Estatuto y en el 2016 comenzaría a funcionar.

Este proyecto le queremos dar una vuelta de rosca a lo que es la política universitaria, queremos que sea conducida por el claustro, por los trabajadores organizados de la zona y los empresarios locales. Que tenga una ligazón muy fuerte al sector productivo de la zona. Va a ser la primera universidad en el mundo funcionando de esa forma.


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