by Sabrina Garcia | 8 agosto, 2015 12:05 am
“La tormenta se metió en las PASO”. Así lo expresó en su cuenta de Facebook Patricia Pintos, geógrafa e investigadora del CONICET. Junto a Patricio Narodowski, es la coordinadora del libro “La privatopía sacrílega. Efectos del urbanismo privado en humedales de la cuenca baja del rio Luján”.
Las tormentas sufridas en los últimos días con las consiguientes inundaciones obliga a poner nuevamente el foco en los humedales y un proyecto de ley aprobado en el Senado en 2013 que aguarda su tratamiento en Diputados.
En esta nota reproducimos una entrevista a Patricia Pintos que se le realizó en mayo pasado.
¿Qué es un humedal y cuál es su función?
Se trata de ecosistemas en los que el suelo permanece saturado con agua durante prolongados períodos de tiempo.
Las acciones antrópicas que pudieran causar cambios en el régimen hidrológico de los humedales implican una transformación de sus características ecosistémicas, muchas de las cuales son útiles y necesarias para las poblaciones que habitan en su entorno.
Cumplen un papel muy importante en la amortiguación de inundaciones y sequías, con frecuencia se dice que se comportan como grandes “esponjas”; contribuyen a la recarga de acuíferos subterráneos, aportan al control de la erosión, son reguladores del clima, ámbitos de una gran riqueza de biodiversidad (flora y fauna), son portadores de atributos patrimoniales y paisajísticos de inestimable valor, entre muchos otros beneficios que es importante que sean resguardados para el bienestar de la sociedad en su conjunto.
¿Qué impacto produce la transformación que realizan las constructoras en los humedales? ¿Cuál es su alcance?
Pensemos que para desarrollar estos barrios es necesaria la realización de enormes tareas de movimiento de suelos y relleno, actividad que resulta imprescindible a los fines de alcanzar la cota o altura necesaria para la construcción de las futuras viviendas, la conformación de lagunas artificiales, pero también de regulación hidráulica al interior de los barrios. Sin dudas todo esto ocasiona una intensa transformación del relieve natural, la afectación irreversible del drenaje superficial que se ve obstaculizado por la sucesión de urbanizaciones a lo largo de la cuenca baja, y la transformación del régimen hidrológico.
Sin embargo, las empresas que desarrollan y comercializan estas urbanizaciones utilizan discursos e imágenes publicitarias que enfatizan en la sostenibilidad ambiental de las mismas; pero nada más lejos de esto. Las prácticas utilizadas en la construcción de los barrios, son a todas luces destructivas de los ambientes naturales, ya que implican remoción mecánica de suelos, refulados hidráulicos, alteo de cotas en vastísimas superficies y modificación de pendientes, producción de lagunas artificiales, desvíos de cursos, construcción de terraplenes perimetrales, entre otros perjuicios.
¿Qué rol cumple el Estado ante el avance inmobiliario de barrios cerrados y countries?
La presión urbanizadora llegó de la mano de la inversión en infraestructuras viales de vinculación rápida en los años noventa. La construcción del sistema de autopistas transformó la relación espacio-tiempo en los traslados haciendo viable la posibilidad de trabajar en el centro y residir en la periferia.
Coincidiendo con los años del neoliberalismo más intenso, en los 90 el Estado comenzó a mostrarse abiertamente predispuesto a favorecer el despliegue de las fuerzas del mercado en el territorio. La pregonada –e incumplida- “teoría del derrame” fue utilizada para justificar el desembarco de inversiones en los municipios, particularmente las del sector inmobiliario, que encontraron el terreno fértil para expandirse y consolidar un mercado de tipo especulativo rentista orientado a sectores sociales medios y medio altos.
En la mayoría de los casos esto vino acompañado de una cierta deslegitimación de la acción planificadora del Estado: era imperioso favorecer la llegada de inversiones, aunque ello supusiera flexibilizar el cumplimiento de las ordenanzas municipales o los procedimientos de aprobación.
Algunas de las empresas más importantes (como Consultatio o Eidico) buscaron consolidarse desarrollando nuevos nichos de producto: las urbanizaciones acuáticas o cerradas polderizadas. Relacionadas con paisajes y visuales asociados al agua.
Esto dio lugar al avancesobre áreas de valor patrimonial y paisajístico, pero también de gran fragilidad ambiental como los humedales.
Podemos afirmar entonces que no son los temporales los causantes de las inundaciones de los últimos años
En realidad convergen una serie de factores que complejizan el problema. Por ejemplo, en las inundaciones de finales de octubre de 2014 que afectaron principalmente a municipios de la cuenca del Río Luján pero también a otros sectores del aglomerado metropolitano, el fenómeno se produjo a partir de un registro de lluvias excepcional (más de 200 milímetros de precipitación caída en 4 días), el efecto combinado de la sudestada y en municipios de la cuenca alta por el aporte de los vertidos de canales clandestinos. Todo ello contribuyó a configurar un complejo escenario que acentuó el impacto de las inundaciones.
Sin embargo, más allá de reconocer el efecto multicausal que interviene en la construcción de una catástrofe socio-ambiental como la mencionada, no puede soslayarse el papel desencadenante o agravante que ejercen ciertas transformaciones de matriz antrópica, como sucede con los cambios ocasionados por el urbanismo privado en la cuenca baja, luego de arrasar literalmente con miles de hectáreas de humedales, transformando su morfología y dinámica de manera extensiva y permanente, o la difusión de canales clandestinos en la cuenca alta aportando mayores caudales al escurrimiento superficial.
* Patricia Pintos es Geógrafa e Investigadora del Centro de Investigaciones Geográficas (CIG). Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (sede CONICET) de la Universidad Nacional de la Plata. Junto a Patricio Narodowski, es la coordinadora del libro “La privatopía Sacrílega. Efectos del urbanismo privado en humedales de la cuenca baja del rio Luján”, en el cual abordan la problemática sobre las construcciones de barrios privados en zonas de humedales. El libro puede descargarse en forma gratuita en este link http://edicionesimagomundi.com/wp-content/uploads/2013/06/WEB_PINTOS.pdf[1]
Fuente: La Izquierda Diario
Source URL: https://www.sanfernandonuestro.com.ar/wp/el-urbanismo-privado-ha-arrasado-miles-de-hectareas-de-humedales/
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