El rock como estilo de vida

Nacho Piedrabuena es parte de Blues Motel, una de las bandas más longevas de Zona Norte, e invitado estable de Fantasmagoria. El sábado se presenta en Victoria con un show personal. El rock como estilo de vida.

Integrante de Blues Motel desde hace ocho años e invitado estable de Fantasmagoria, Nacho Piedrabuena sale a tocar temas propios y ajenos bajo el álter ego del “Pez Linterna”. “Son canciones melancólicas que nacen de las profundidades del alma. El rock and roll te hace mover el esqueleto, pero la melancolía conmueve desde otro lado y ayuda a despegar de la realidad”, cuenta Nacho sobre “Canciones desde las profundidades”, el show que presentará el sábado a las 23 en Inefable, 3 de Febrero 3400, Victoria.

Nacido en San Fernando, Nacho creció escuchando Guns ‘N Roses y enseguida se fue para el metal. Su primer recital fue uno de Hermética en el Piñeyro de Virreyes y quiso tocar el bajo como Ricardo Iorio, pero empezó con la guitarra. En una de las clases descubrió a Charly García gracias a la letra de “Cuando comenzamos a nacer” impresa en un cancionero Ricordi. “Lo miraba medio de costado porque venía del heavy, hasta que lo vi en el Bristol de Martínez y me volví loco. Hoy es mi primera influencia a la hora de componer melodías”, revela Piedrabuena, sobre un amplio espectro musical, que llega hasta la música clásica.

Ya definido como guitarrista, Nacho se acercó a Blues Motel para dar una mano como asistente y como sucede en las mejores historias, cubrió un hueco antes de un concierto en el ND Ateneo, y quedó como guitarrista fijo de la banda de Zona Norte. “Los tenía de nombre y eran vecinos, pero no los había escuchado. Venía en una onda Invisible, Zappa y le escapaba un poco al rollingaje, pero sumarme a Bluesmo aumentó mi amor por los Stones”, reconoce Piedrabuena.

Desde principios de este año, Nacho también forma parte de las presentaciones en vivo de Fantasmagoria. “Gori me invitó a tocar una canción antes de La Trastienda. Nos internamos tres días en una casa de Escobar y hubo tanto feeling que me quedé todo el show. Soy un invitado estable, pero la prioridad la tiene Bluesmo”, explica el músico.

Con una estética anclada en los ’70, Nacho se siente cómodo entre la visual stone de Blues Motel y la glam de Fantasmagoria. “No da tocar en bermudas y ojotas. Me gusta el lookeo, porque es un uniforme de trabajo que viene de la época de Little Richard. Después el rock creció como ideología, adquirió otro vuelo poético, pero no deja de ser un espacio de diversión”, sentencia Piedrabuena.

Fuente: Pablo Andisco para El Argentino