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Declaran el “estado de emergencia” y piden evitar la navegabilidad
El ascenso de la marea en el sector insular provocó la llegada de camalotes y embalsados que dificultan la navegación. Para prevenir accidentes, el municipio declaró el “estado de emergencia”.
Los ríos parecen frondosas alfombras verdes. La invasión de millones de camalotes transformó al agua: dejó de lado su color amarronado para convertirse en un césped flotante. El fenómeno se da como consecuencia de las inundaciones en el Litoral y el gran aumento registrado en el caudal de los ríos.
El intendente Luis Andreotti decretó el ‘estado de emergencia’ en el sector insular. Hasta tanto se normalice el cauce del río, el municipio lanzó una serie de recomendaciones para los sanfernandinos y los turistas de la zona.
“La situación está medianamente controlada, el agua se ubica dentro de los niveles normales, sin grandes casos de inundación; sin embargo, bajaron muchos camalotes y embalsados que lógicamente afectan la navegabilidad”, explicó el director general de Medioambiente, Gabriel Tato. En este sentido, aseguró que “desde la semana pasada estuvimos transitando algunos ríos y arroyos, dando asistencia directa a la gente; y queremos trasmitirle a los isleños y al turismo náutico que eviten el tránsito innecesario por los ríos”.
Tato comentó que “han sucedido casos de turistas que salen a navegar y se quedan varados, rompen la embarcación o consumen todo el combustible haciendo grandes esfuerzos para llegar a destino, por lo que es recomendable -hasta tanto se normalice la situación- evitar la navegación por el área”.
El sistema de emergencia en las islas funciona las 24 horas, en alerta frente a posibles incidentes de navegación o lesiones provocadas por animales.
La coordinadora médica de los hospitales de Islas, Rosana Beláustegui, sostuvo que “ha habido muchas consultas a los centros de salud por reacciones alérgicas, que en realidad son leves, de tipo cutáneas y no afectan al sistema respiratorio o circulatorio, que se deben a la presencia de unas mariposas negras que provienen de la metamorfosis de lo que conocemos como bichos quemadores; el contacto con el polvo que emiten, provocan una picazón intensa y molestias, que puede ser resuelto con un lavado intenso con agua y jabón neutro, y la aplicación de cualquier medicamento antialérgico”.
“Otro tema es la presencia de ofidios, algunos potencialmente venenosos, como la Yarará, pero todos nuestros centros de salud siempre cuentan con suero anti ofídico, y en tenemos una guardia constante, por lo que los médicos deciden cómo y por cuánto tiempo aplicarlo”, agregó.
Recomendó que “ante la eventualidad de una mordedura, los vecinos deben comunicarse con el sistema de emergencias rápidamente, y evitar realizar cualquier tipo de maniobras sobre la herida; solamente cubrirla con una gaza, y no hacer torniquete, chuparla, cortarla o inyectarle nada porque puede entorpecer el efecto de inoculación del veneno si existiese”.
“Por ahora no se detectó la presencia de víboras ni hemos recibido algún llamado que denunciara haberlas visto en esa zona”, indicaron fuentes del Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la ciudad. Tampoco Defensa Civil había sido alertada, agregaron desde ese organismo.
Los biólogos consultados coincidieron en que este “fenómeno verde” se da de manera natural en los ríos, sobre todo en la zona litoraleña. “Estos cursos de agua son corredores biológicos. Esta vez, como otras tantas, las plantas acuáticas llegaron acá porque creció exponencialmente el caudal de los ríos Paraná y Uruguay, debido a las últimas lluvias, que provocaron inundaciones”, explicó el biólogo Gabriel Giacobone.
Los camalotes se desprendieron de las zonas ribereñas, se reprodujeron aún más por las condiciones de calor y se ensamblaron para “protegerse”. Así, circularon por los afluentes con la inevitable compañía de la fauna autóctona: arañas, insectos, víboras, coipos, nutrias y reptiles.
Para los especialistas es difícil determinar cuándo las plantas acuáticas se retirarán de las márgenes del río. Eso depende de ciertas condiciones climáticas. “Con el frío no sobreviven. También hay algunos animales enemigos”, dijo Giacobone.
Andrea Michelson, coordinadora de áreas protegidas de la Fundación Vida Silvestre, explicó que los camalotes podrían pudrirse si no lograran adaptarse al nuevo hábitat o, en caso de que ocurriera un cambio climático significativo, se podrían dispersar aguas adentro. “La vegetación puede estar conformada por varias especies, pero lo más probable es que sea del género Eichhornia crassipes”, agregó.
Finalmente, Beláustegui pidió mesura y criterio a la hora de hacer uso del sistema de emergencia: “Tengamos conciencia que es un sistema de emergencias y a veces lo que no es urgente puede estar quitándole un recurso valioso a una persona que lo necesita por su vida”, y agregó: “Recomiendo no se expongan innecesariamente a meterse en el agua y lastimarse, porque la mejor manera de evitar los problemas es la prevención”.
En caso de emergencia, acercarse o llamara al hospital más cercano:
-Hospital Dr. Ramón Carrilo (Paraná Miní y Arroyo Chana) al 4728-4234
-Hospital Dr. Oscar Do Porto (Boca Carabelas) al 4728-0026
-Hospital Dr. René Favaloro (Paraná Miní y Canal 4) al 4728-0270
El VHF del Sistema de Emergencias en Islas es el Canal 68
Fuente: San Fernando Municipio y La Nación | Foto: José Peralta
Muy buena informacion. Falto decir q en los camalotes tambien es posible bajen mosquitos portadores de dengue. Es posible los municipios ribereños fumiguen las costas y los islotes de camalotes? Gracias