Comienza el juicio por el homicidio de Braian Fillip

Por Sabrina García

El Tribunal en lo Criminal N° 2 de San Isidro abrirá el debate del 6 al 10 de septiembre por la causa que se investiga el homicidio de Braian Fillip. Estarán sentados en el banquillo de los acusados Belisario Bolívar Roswil Nelson y Luis María Lemez.

El trágico hecho ocurrió el 31 de enero de 2019. Esa mañana la víctima viajaba con la mamá de su pequeña hija, tras su reconciliación pese al deseo de su suegro. Braian la llevó a la casa para que se cambie de ropa y luego la dejó en la estación Victoria. Tres cuadras más adelante recibió dos impactos de bala. El último mensaje que salió del celular de Braian fue a las 8.40hs en donde le avisaba a Loredana, su madre, que la iba a buscar para que lo ayude a limpiar el departamento al que se iba a mudar.

Braian era visitador médico. Había conocido a Sofía hacía unos años, se pusieron de novio y ella quedó embarazada. El papá de la joven, Enrique Zunino, no estaba de acuerdo con esa relación. Llegaron a decirle a la víctima que no era el padre de la criatura, lo mantuvieron alejado del embarazo, del parto y hasta del primer año de vida cuando, tras el resultado del examen de ADN, pudo demostrar su paternidad.

El examen de ADN y la decisión de la justicia de la vinculación entre padre/hija no alcanzaban para que Braian finalmente pudiera compartir tiempo con su pequeña. De los encuentros participaba el padre de Sofía quién, según testigos que declararon en la causa, llegó a amenazar a la víctima con matarla para “alejarla de su nieta”.

A pesar de ello ese 31 de enero, Braian, Sofía y su pequeña hija durmieron en la misma casa. Los planes de reconciliación y de formar una familia los cobijaba. Es claro que de esos planes no estaba al tanto Enrique Zunino, o al menos, no había sido anoticiado por los protagonistas.

Como si fuera un thriller de suspenso, mientras la relación de amor avanzaba, había otra escena que se contaba para la misma película. Zunino había entablado una fuerte relación con Belisario Bolivar Roswil Nelson, hoy acusado de disparar los dos tiros que terminaron con la vida de Braian. Belisario era considerado por Zunino como su mano derecha, tal como se desprende de la causa en donde varios testigos relataron cómo funcionaba esa relación.

Belisario arreglaba la casa que Zunino posee en la costa y la de su ex mujer que tiene en nuestra ciudad; hacía de chofer para su actual esposa, la anterior y hasta de Sofía; tenía encomendado seguir a la joven y “evitar” que estuviera con Braian, incluso testigos de la causa indicaron que llegaron a salir como pareja un tiempo.

En un galpón de Zunino, ubicado en Quintana al 1700, Belisario hacía trabajo de mecánica. Ese 31 de enero lo usó para guardar el auto con el cual ejecutó el plan para matar a Braian Fillip. Allí guardó el Fiat 147 con el cual siguió a la víctima a lo largo de varias cuadras, así quedó registrado en las cámaras de seguridad que el municipio instaló en la vía pública.

El 147 lo había comprado para cometer el asesinato. Detrás lo acompañaba Luis María Lemez, que manejaba el auto de Belisario. Fue su apoyo logístico. Entre los acusados y Zunino se efectuaron más de 70 llamados en enero: los días previos, al momento del homicidio y posterior.

La semana que viene los jueces Ariel Introzzi Truglia, Julieta Makintach y Esteban Andrejin escucharán a más de 100 testigos y analizarán las pruebas que presenten los abogados.

El juicio oral y público se llevará en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 2 de San Isidro, del 6 al 10 de septiembre.

En el banquillo de los acusados estarán Belisario Bolivar Roswil Nelson y Luis María Lemez, autor material y cómplice del homicidio calificado.

La causa tiene un desprendimiento por el cual se investiga a Enrique Zunino como autor intelectual del asesinato. Este año se allanó su vivienda. Pese a ello la semana que viene no estará sentado en el banquillo de los acusados.

Loredana, mamá de Braian, se sostiene en pie y dice: “Yo necesito terminar con esto. Necesito que la justicia lleve a todos al banquillo porque hay pruebas más que suficientes para probar que Zunino mandó a matar a mi hijo”.

A lo largo de estos dos años y siete meses, Loredana acompañó a su abogado a cada reunión, hizo enormes esfuerzos para entender los tiempos procesales y el lenguaje de la justicia, convocó a los medios y dio nota a cuanto periodista la llame, leyó la causa, recopiló pedazos de la vida de Braian en donde escribía sobre su amor por su hija y lo difícil que se le hacía mantener ese vínculo. Encuadernó esas palabras en un libro, como un suerte de tesoro, en donde está la voz de su hijo esa voz que aquel 31 de enero quisieron callar. Contiene a sus otros dos hijos, abraza a su nieta cada vez que le pregunta por su padre y brinda amor a cada clienta que pasa por su local. Esa mujer, de cuerpo pequeño, es enorme. Está inquieta por el debate, sabe que tendrá que revivir cada momento de dolor vivido. Ella mira al cielo y dice “se que Braian me va a acompañar”.