DEPORTES

Chapa Retegui: “¿Ser DT de fútbol? Si el proyecto es serio, ¿por qué no?”

Chapa Retegui: “¿Ser DT de fútbol? Si el proyecto es serio, ¿por qué no?”

El entrenador de los Leones cuenta detalles sobre su metodología de trabajo, el oro en Río y hasta se proyecta a futuro.

Carlos Retegui se muestra como un entrenador multifacético. Hoy está concentrado en seguir potenciando a los Leones , en los desafíos para 2017, pero en medio de un análisis del camino recorrido en 2016, le pide a un colaborador que muestre un video de fútbol, para que la lupa haga foco en el gol de Felipe Coutinho a la Argentina, correspondiente al penúltimo partido por las eliminatorias para Rusia 2018. El cursor avanza y retrocede. Una y otra vez. Le comenta al auditorio que se concentre en los “detalles”, que son los que deciden los resultados. Y explica que Nicolás Otamendi, que estaba como primer central, le marca el perfil zurdo en lugar de obligarlo a ir “hacia fuera”. “Felipe Coutinho juega por la izquierda pero es muy diestro, entonces hay que marcarle el pase o el recorrido donde más te puede lastimar. Ese segundo de más que te corriste para el otro lado y. Seguro Bauza lo sabía, pero el fútbol muchas veces es tan dinámico que…”. Acto seguido, el Chapa, entrenador del seleccionado argentino de hockey masculino, proyecta imágenes de Coutinho jugando (y desequilibrando) de esa forma para Liverpool. Es apenas una muestra de lo que este entrenador obsesivo por el trabajo y los patrones que entregan determinadas estadísticas logró generar en los Leones para que ganaran la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río. La disertación tuvo lugar hace unos días en el Congreso Conexión Fútbol, realizado en la Usina del Arte. Luego, charló con La Nación sobre su trabajo al frente del seleccionado argentino de hockey, los próximos pasos del equipo y… ¿su posible desembarco como DT de fútbol en el futuro? “La clave es no claudicar a la hora del trabajo y la actitud. Si uno da, va a recibir lo que da”, sostiene convencido.

¿Esperabas vivir un año tan positivo?

Tuvo que ver con la consecuencia de una causalidad de trabajo. Cuando arrancamos el ciclo olímpico en 2013 sabíamos que el equipo iba a alcanzar el pico de rendimiento en Río de Janeiro, después de entrenar 35 horas semanales. Tuvimos un compromiso por parte de los jugadores que nos dio una respuesta total y absoluta y fuimos mejorando día a día, superándonos y acercándonos a eso que proyectábamos, de que cuando tuviéramos que ir a Río no fuese sólo a participar, sino también a buscar competir y ganar. Y quedó demostrado que fue el equipo que mejor se preparó, el que más dio y que obtuvo el premio mayor. Y lo que entregó fue lo que recibió. La medalla de oro, que en un momento podía ser una utopía para el hockey masculino, terminó siendo una realidad porque lo trabajamos, lo creímos, lo pensamos, nos ilusionamos y lo pudimos concretar.

¿Y ahora? Vos hablas de superarse, no mantenerse.

Claro. Porque se dice que cuando uno alcanza un logro, debe mantenerse. Yo digo que hay que superarse porque si te mantenés, corrés el riesgo de que otro te pase. ¿La medalla de oro era una utopía? Sí, pero nosotros sabíamos que si trabajábamos de una determinada forma la podíamos lograr. Ahora hay que cambiar la manera de entrenar. En vez de hacer hincapié en lo colectivo, vamos a profundizar en la evolución individual de cada uno para potenciar más lo que es el equipo. En Río se marcó una supremacía colectiva sobre todos los equipos, incluso vapuleando al bicampeón olímpico, Alemania, algo que jamás se hubiera pensado. Y el equipo jugó al hockey al mejor nivel.

Remarcás que tu trabajo es exigente hacia el plantel. ¿Los jugadores te lo reconocen con el tiempo?

Sí, lo reconocen con la cámara prendida y con la cámara apagada. Igual, en lo que se refiere al trabajo tiene que ver con la tranquilidad de uno y la evaluación que hacemos luego con el cuerpo técnico. Estoy muy agradecido a estos jugadores que dieron todo y más para poder llegar a Río a competir de la mejor manera. Los grados de exigencia fueron altísimos y no claudicaron ni claudicamos nunca con respecto a esos valores de superación. La contracción al trabajo, la actitud y la entrega no se negocia.

A partir de lo que pasó, ¿creés que los rivales los miran distinto? ¿Los respetan más?

No, ya hace tres años que los rivales nos tenían un respeto máximo porque el equipo llegó a todas las finales de Word League, Champions Trophy, conseguimos el bronce en la Copa del Mundo bronce y luego lo mencionado de los Juegos Olímpicos. Y además creo que en la alta competencia nadie subestima a nadie. Si no, es sacar los pies de la tierra. Y cuando sacás los pies de la tierra te pegás un golpe terrible.

¿Qué valor le das al trabajo táctico?

Forma parte de un todo. Y la concentración debe ser absoluta. En el hockey puede pasar algo que sólo también podría suceder en el handball y el básquetbol: un equipo puede hacer tres goles en 36 segundos. Si se juega encima sin transiciones y con una intensidad alta con la pelota… Por ejemplo, nosotros le ganábamos a Alemania 5-0 y faltando poco sabíamos que no podíamos aflojar. El partido terminó 5-2. ¿Y si se jugaban 6 o 7 minutos más? En su momento dejamos el 4-3-3 clásico para armar un 2-4-4 con la posesión de la pelota y nos reagrupábamos 3-4-3 cuando no teníamos la pelota. Ahora tendremos que volver a cambiar. Además, el DT tiene que ver la película antes, no a la par de los jugadores. Tiene que proyectar hacia delante constantemente. Por eso, no bien terminó la Copa del Mundo, quince días después ya estábamos haciendo la pretemporada en San Diego, en el Centro Olímpico, pensando en los Juegos.

En el fútbol se remarca que las finales son partidos aparte. ¿En el hockey también, se puede cambiar la planificación o el estilo en una instancia decisiva?

Sí, las finales se juegan diferente. Yo les digo a los jugadores que en las finales hay que defender, defender y defender. Y cuando hay un espacio, atacar. Nosotros sabíamos que si en la final ante Bélgica jugábamos como ante España o Alemania, íbamos a perder. En las finales también hay que dejar los egos de lado.

¿Cuál es el próximo objetivo y cómo lo proyectás?

Vamos a empezar la pretemporada en 2017, tenemos la Word League en Londres, que es clasificatoria a la Word League de la India a fin de año, y también la Copa América Lancaster, que clasifica a la Copa del Mundo del otro año de la India. Todo eso buscando superarnos en el rendimiento individual y colectivo.

Siempre se te vio hablando del deporte incluso con una mirada más abarcativa, no sólo del hockey. Si alguna vez surge una posibilidad, ¿te gustaría ser DT de fútbol? ¿Te animarías?

Yo soy muy respetuoso del fútbol. Es un deporte que me apasiona y que te estimula en función de las herramientas con las que podés contar. Allí uno podría tener muchas más herramientas de las que tiene en un deporte amateur.

¿Alguna vez te contactaron? ¿Recibiste algún ofrecimiento?

Sí, tengo buena relación con mucha gente del fútbol. Muy buena relación. Creo que en algún momento va a llegar. Hay que estar tranquilos.

Además, hay muchas cosas del hockey que se pueden aplicar al fútbol…

Es igual. Tácticamente es igual: 10 jugadores, un arquero. Hay que tener paciencia y tranquilidad y en algún momento, si Dios quiere, va a llegar.

Ariel Holan, fue el primero en dar el paso del hockey al fútbol en Argentina. El antecedente está.

Lo de Holan es un caso en la Argentina, sí. Pero en Alemania hay varios entrenadores de hockey en el fútbol, el manager de la Federación Alemana de Fútbol es Bernhard Peters, un ex campeón olímpico de hockey en varones. Algo similar sucede en Holanda. Ahora Ariel hizo un muy buen trabajo en Defensa y Justicia y es requerido por otros clubes. Es un tipo con mucha pasión y amor por lo que hace, está muy preparado.

¿A vos creés que se te va a dar?

Hay que estar tranquilos. Hoy estoy feliz con los chicos. También sé que los cuerpos técnicos tienen fecha de vencimiento y más si entrenamos de esta forma. Si más adelante llega la oportunidad, se evaluará. Yo pienso: ¿Ser DT de fútbol? Si el proyecto es serio, donde uno puede trabajar y puede tener un sustento en base al compromiso, ¿por qué no?

Fuente: Christian Leblebidjian para La Nación


Sin Comentarios

Escribí un comentario
Todavía no hay comentarios! Vos podés ser el primero en comentar este post!

Escribí un comentario

Tu e-mail no será publicado.
Los campos obligatorios están marcados con*


+ 6 = 14