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Andrés La Blunda: “Los nietos restituidos somos una gran familia que seguimos buscando a los que faltan”
Son documentos que registran a los niños y niñas institucionalizados en la Secretaría de Niñez y Adolescencia de la provincia de Buenos Aires durante el período 1973-1985. Hay 200 legajos que se refieren a “adopciones” y que serán analizados. “La marca de la apropiación es terrible, pero estamos con los brazos abiertos por los que van a llegar”, dijo la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.
La historia del nieto restituido Andrés La Blunda, como él mismo la describió, es un “contradictorio pero pujante camino” hacia la identidad. Nació en enero de 1977, hijo de Pedro La Blunda y Mabel Lucía Fontana. Cuando era un bebé de tres meses, fueron secuestrados de su casa en San Fernando, y a él lo entregaron a un matrimonio vecino. Sus padres biológicos siguen desaparecidos y los de crianza nunca le dijeron nada, ni siquiera que era hijo adoptivo. En 1983, rastreado por las Abuelas de Plaza de Mayo, se encontró en Mar del Plata con sus tíos y primos biológicos, pero no le dijeron la verdad. Hasta que, en 1999, una prima le contó todo.
Recién a fines de 2001, Andrés recuperó su nombre y el DNI que lo certifica. “Hoy recuperé el legajo que da cuenta de cómo fue la búsqueda de las Abuelas, y de mi historia personal. Estoy emocionado, pero con la esperanza que aparezcan los nietos que faltan”, dijo en un salón del primer piso de la Casa de Gobierno de la provincia de Buenos Aires. Allí, en un breve acto, el gobernador Daniel Scioli entregó a la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto la base de datos de niños y niñas institucionalizados en la Secretaría de Niñez y Adolescencia de la provincia de Buenos Aires durante el período 1973-1985.
El de Andrés es uno de los tantos expedientes que aparecen desclasificados en la base de datos. Hace un año exactamente, el 2 de septiembre de 2014, había sido suscripto un Convenio de Cooperación Específico entre el gobierno provincial, a través de las secretarías de Niñez y Adolescencia y de Derechos Humanos, con la Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo y la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi), donde se comprometían a relevar, clasificar y analizar la documentación de niños y niñas institucionalizados en la provincia durante ese período para intentar recuperar la identidad de más niños apropiados.
El acuerdo tiene como antecedente la iniciativa tomada por el Ministerio de Desarrollo Social de Nación, a través de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, de investigar y transparentar los legajos archivados en las áreas de niñez. La provincia de Buenos Aires es la primera en recoger el guante y continuar con la tarea. “Logramos que Buenos Aires sea el primer distrito en sistematizar la información de sus archivos. La vamos digitalizando en etapas. Hay más de 25 mil legajos, muchos de ellos estaban destruidos y los estamos reconstruyendo”, explicó Pablo Navarro, secretario de Niñez y Adolescencia bonaerense.
El trabajo fue realizado por un grupo de once personas que contaban con la experiencia de haber relevado y analizado los legajos del mismo período pertenecientes a la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia. “El objetivo es encontrar información que permita colaborar con la tarea de Abuelas de Plaza de Mayo de recuperación de nietos apropiados mediante la identificación de casos irregulares de adopciones tramitadas en este período. Y, al mismo tiempo, aportar a las causas judiciales de delitos de lesa humanidad”, resumió el funcionario.
A su lado, La Blunda dio precisiones sobre las historias de vida detrás de los números. “Se hallaron cerca de 114 niños víctimas, algunos de ellos se sabía su caso y de otros estamos averiguando quiénes podrían ser”, dijo. Y agregó: “Los nietos restituidos somos una gran familia que seguimos buscando a los que faltan, es una lucha que no la hacemos en soledad porque hay un Estado que respalda. Sabemos que la nieta 117 tiene tres hijos y es una gran alegría, porque son cuatro los que recuperaron la identidad. El camino es contradictorio, de marchas y contramarchas, tenemos el orgullo de llevar nuestro nombre y más sabiendo que nuestros padres dejaron la vida por la sociedad”.
Fuente: Radio Fénix y Sección 8