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Un matrimonio de Victoria realizó una campaña solidaria para ayudar a los inundados de La Emilia
Por Sabrina García
Un matrimonio de Victoria decidió poner su auto, iniciar una campaña solidaria y recorrer 230 kilómetros para ayudar a los inundados de La Emilia.
Ellos son Julieta Morelli y Jorge Heredia, un matrimonio de Victoria que frente al desastre que vivió La Emilia (provincia de Buenos Aires) decidió poner manos a la obra y ayudar a los damnificados. “Estábamos en San Pedro, en la playa, cuando nos enteramos de la inundación. Nos sentimos mal. Nosotros estábamos ahí descansando y otros la estaban pasando tan mal. Tenemos una camioneta y decidimos juntar cosas y llevarlas”, comentó Julieta.
Es la primera vez que hacen una acción de estas características y reconoce que el viaje le generó mucha emoción: “No sabemos con qué nos vamos a encontrar, ni cómo haremos la repartición”. Dicen que esperan que otros se sumen a la iniciativa de ayudar y que piensan que contando “capaz otros se animen a ayudar”.
“Esperamos poder hacer otro viaje. No tenemos Facebook y cuando se nos ocurrió la idea mandé mensajes por whatsapp a los padres del colegio a que van nuestros hijos y a los de mis pacientes. En total creo que mandamos 30 mensajes y fijate que llenamos la camioneta”, comentó Julieta, quien es pediatra y destaca la colaboración de los padres de sus pacientes en sumarse en la cruzada solidaria.
“Colaboraron con agua porque se que todavía no pueden utilizar las canillas; cloro, lavandina y trapos para limpiar y desinfectar todo; algo de ropa y bastante calzado; vajillas; fideos, leche, galletitas, chocolatada. Nos dieron muchas botas de lluvia nuevas para chicos y llevamos un solo colchón porque no nos entrá más”, detalló Julieta.
Consultada por este medio, Julieta recuerda que antes de viajar se puso en contacto con los medio locales para saber con quién debía hablar para llevar las cosas: “Me dijeron que los que ayudaban llegaban directamente a las casas, que los propios vecinos te dicen lo que necesitan. Una mamá del colegio donó dos máquinas de coser, botones y telas que eran de su mamá y que murió hace un año. Vamos a buscar a la costurera del barrio para dárselas así, si perdió todo, por lo menos puede recuperar su fuente de trabajo”, destacó.
Al final del día, Julieta y Jorge terminaron su domingo habiendo entregado en mano cada cosa que llevaron, incluso las máquinas de coser a una de las costureras del pueblo. “Buscamos y pudimos encontrar a la modista del pueblo, efectivamente se le había mojado la máquina y había perdido todo. Nos vinimos felices de poder darle una máquina nueva para poder trabajar. Estas cosas contagian, ojalá se sumen otros”, auguraron.