OPINIÓN
Obesidad infantil: una problemática que asciende cada año
Por Sabrina García*
Comenzaron las clases, algunos chicos comen en casa, otros lo hacen en la escuela. En 2013, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) alrededor de 41 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso. Las estadísticas se incrementan año a año.
La Comisión para acabar con la obesidad infantil presentó en enero un informe a la Directora General de la OMS, con lo que culmina un proceso de dos años para tratar de hallar una respuesta a los alarmantes niveles de obesidad y sobrepeso infantil a nivel mundial.
En el informe de la Comisión se presenta a los gobiernos una serie de recomendaciones cuya finalidad es revertir la creciente tendencia de los niños menores de cinco años al sobrepeso y la obesidad. Al menos 41 millones de niños de ese grupo de edad son obesos o padecen sobrepeso, y el mayor aumento de esa tendencia se observa en los países de ingresos bajos y medianos.
En ese sentido, desde la OMS aseguran que si se mantienen las tendencias actuales, el número de lactantes y niños pequeños con sobrepeso aumentará a 70 millones para 2025.
La Dra. Sania Nishtar, Copresidenta de la Comisión, explicó: “El sobrepeso y la obesidad influyen en la calidad de vida de los niños, pues los exponen a toda una serie de dificultades, en particular a consecuencias de orden físico, psicológico y sanitario. Sabemos que la obesidad puede repercutir también en el nivel de instrucción, lo cual, unido a la probabilidad de que esos niños sigan siendo obesos en la edad adulta, entraña graves repercusiones sanitarias y económicas para ellos, sus familias y la sociedad en su conjunto”.
Según el informe, muchos niños crecen hoy en día en entornos que propician el aumento de peso y la obesidad. Los procesos de globalización y urbanización están contribuyendo a la creciente exposición a entornos no saludables (obesogénicos) en los países de ingresos altos, medianos y bajos y en todos los grupos socioeconómicos. Se ha observado que la comercialización de bebidas no alcohólicas y alimentos malsanos es uno de los principales motivos del aumento del número de niños con sobrepeso y obesos, sobre todo en el mundo en desarrollo.
Entre 1990 y 2014, la prevalencia del sobrepeso entre los niños menores de cinco años pasó de un 4,8% a un 6,1% y el número de niños afectados, de 31 a 41 millones. En los países de ingresos medianos bajos el número de niños con sobrepeso se multiplicó por más de dos en ese mismo periodo, pasando de 7,5 a 15,5 millones.
Seis recomendaciones destinadas a los gobiernos
- Promoción del consumo de alimentos saludables: Aplicar programas amplios que promuevan el consumo de alimentos saludables y contribuyan a reducir la ingesta de alimentos malsanos y bebidas azucaradas por parte de los niños y los adolescentes (por ejemplo, imponiendo gravámenes eficaces a las bebidas azucaradas y frenando la comercialización de los alimentos malsanos).
- Fomento de la actividad física: Aplicar programas amplios que fomenten la actividad física y reduzcan los hábitos sedentarios de los niños y los adolescentes.
- Atención pregestacional y durante el embarazo: Integrar y reforzar las orientaciones relativas a la prevención de las enfermedades no transmisibles con orientaciones actuales sobre atención pregestacional y prenatal (para reducir el riesgo de obesidad en la niñez mediante la prevención del bajo y el alto peso al nacer, la prematuridad y diversas complicaciones del embarazo).
- Alimentación y actividad física en la primera infancia: Proporcionar orientaciones sobre una buena alimentación, sobre el sueño y sobre la actividad física en la primera infancia y prestar apoyo a estos; promover hábitos saludables y velar por que los niños crezcan adecuadamente y adopten esos hábitos (promoviendo la lactancia materna; limitando el consumo de alimentos con alto contenido de grasa, azúcar y sal, y garantizando que los niños tengan acceso a una alimentación sana y puedan hacer ejercicio en las guarderías).
- Salud, nutrición y actividad física de los niños en edad escolar: Aplicar programas amplios que promuevan entornos escolares saludables, la educación sobre salud y nutrición y la actividad física entre los niños en edad escolar y los adolescentes (mediante el establecimiento de normas relativas a las comidas en los centros escolares, la eliminación de la venta de bebidas y alimentos malsanos y la inclusión en los planes de estudio básicos de formación sobre salud y nutrición y una buena educación física).
- Control del peso: Ofrecer a los niños y los jóvenes obesos servicios de control del peso basados en la familia y en el modo de vida y con componentes múltiples.
Recomendaciones a los padres
Al comenzar el año lectivo, los padres suelen dedicar especial en organizar las tareas de los chicos que giran en torno a la educación formal como así actividades extracurriculares como inglés, deportes, actividades artísticas, entre otras. El objetivos es que los más pequeños crezcan en un ambiente saludable y desarrollen todo su potencial en cada etapa de la vida.
La alimentación es la base de todas esas actividades. Muchas veces el porcentaje de ingesta diaria se realiza fuera del hogar y la mejor opción es el uso de viandas.
Uno de los obstáculos que se presentan a la hora de preparar “viandas saludables” es la falta de tiempo, por ello muchas veces se elige lo que resulta rápido y a veces menos nutritivo y seguro.
Aquí algunos consejos prácticos para preparar viandas saludables:
- Utilizá luncheras térmicas con recipientes fríos para mantener los alimentos a una buena temperatura hasta su consumo.
- Que la porción sea la adecuada para la edad.
- Para motivar el consumo de frutas, pedile a tu hijo que lo ayude a lavarlas y colocarlas en un recipiente individual para frutas o en una bolsa de cerrado hermético. Las frutas tienen varios beneficios nutricionales y además, es el alimento más fácil de conservar y transportar.
- Planificá las preparaciones para cada día de la semana. Siempre es bueno ofrecer variedades incluyendo todos los grupos de alimentos.
- Explicá cómo realizar un correcto lavado de manos antes de las comidas y después de ir al baño.
¿Qué alimentos elegir para las viandas?
- Alimentos ricos en vitaminas y minerales: frutas (banana, durazno, manzana); frutas secas (almendras, avellanas, nueces); ensalada de frutas. Estos ayudan en el desarrollo cognitivo.
- Alimentos que aportan energía y mejoran el rendimiento: barritas de cereal, turrón, vainillas, biscuit, tutucas, copos de cereal, pipas de maíz, alfajores de frutas o maicena, medallón de chocolate con relleno de menta, galletas arroz dulce u obleas cubiertas de chocolate. Podrán ser utilizados como colaciones en los recreos.
- Alimentos que aporten proteínas y calcio: leche, yogurt con cereales o frutas, leches saborizadas. Los mismos deben mantenerse correctamente refrigerados y los establecimientos educativos tienen obligación de contar con los recursos para hacerlo.
- Sandwiches en pan integral de pollo, carne roja, o huevo y vegetales; tartas de verduras, empanadas de verdura o choclo. De esta manera se aporta hierro por parte de las carnes y vitaminas, minerales y fibra por parte del pan y los vegetales.
Ideas de viandas saludables
- Ensaladas: utilizar vegetales de estación de todo tipo y color, crudos o cocidos. Para aumentar el valor de saciedad se pueden agregar alimentos con proteínas de alto valor biológico como huevo duro, dados de queso o carnes. También cereales como arroz, fideos o trigo, siempre en cantidades moderadas o legumbres como lentejas, garbanzos o porotos. Es importante condimentar las ensaladas al momento de ser consumidas, para mantener su calidad.
- Sándwiches: utilizar preferentemente pan integral y siempre incluir vegetales crudos (zanahoria rallada, repollo, lechuga, tomate, rúcula, palta) o cocidos (berenjenas, zucchinis o zanahorias grilladas). Se pueden emplear carnes magras que hayan quedado de comidas anteriores o queso.
- Fajitas: combinar distintos tipos de vegetales crudos o cocidos (zanahoria, morrón, cebolla, brotes de soja, champiñón, zapallito, tomate, palta, etc.). Se pueden agregar también unas tiritas de carne magra de vaca o pollo o atún. Esta preparación permite también variar los aderezos: guacamole, queso untable descremado saborizado con hierbas o unas gotas de salsa de soja, salsa de yogur, etc.
- Salpicones: es otra preparación práctica en la cual se pueden emplear ingredientes que hayan quedado de otras comidas. Pueden incluirse pollo o carne de vaca, huevo duro, tomate, ají, zanahoria y papa.
- Tartas, empanadas o tortillas de vegetales
- Croquetas o hamburguesas de vegetales y cereales (como arroz, quinoa, mijo, trigo burgol), o de legumbres (lentejas, porotos o garbanzos) siempre preparadas al horno.
- Para el postre las opciones más sencillas y saludables son las frutas y el yogur.
- Alimentos para el recreo: frutas (opción fácil de llevar y de consumir), galletitas con semillas (4-5 unidades), frutos secos (nueces, almendras, castañas o avellanas), cereales inflados (maíz, arroz, quinoa), barras de cereal. En los recreos y en cualquier circunstancia, los caramelos deben evitarse dado que no alimentan, llenan y pueden dar problemas dentales.
- Hidratación: La mejor opción es el agua de fuente segura. Debe ser conservada en un recipiente apto para consumo. Otra opción es saborizarla con ingredientes naturales o realizar jugos naturales sin el agregado de azúcar.
Fuente consultada: OMS y DERF
* Sabrina García. Periodista. Directora de San Fernando Nuestro