Las imágenes que no exhibe la historia

“Las milicias negras eran carne de cañón, iban a la vanguardia de las tropas y esa era la manera de ganarse la libertad, y de alguna manera la muerte. Siempre se contó la épica del general y el caballo, pero la historia la hace la gente común y los cuerpos negros y pardos fueron segregados”. Con la intención de poner imágenes donde no había palabras, el artista Oscar Coronel ideó la muestra “Tizón del infierno”, que busca documentar esa parte de la historia argentina, desconocida u ocultada durante tanto tiempo por las academias oficiales.

Con esta muestra, Coronel continúa asociando dos de sus pasiones. Empezó a pintar inspirado en las invasiones y en los astilleros ingleses de Tigre, el lugar donde creció y al que volvió en su adultez; siguió retratando a personas en situación de calle.

“A los blancos hizo Dios/ a los mulatos, San Pedro/a los negros hizo el diablo/para tizón del infierno”. Coronel usó estos versos del Martin Fierro para titular su obra, pero aclara que la exposición de los negros en el frente de batalla no era exclusiva de la Argentina, sino que acompañaron todas las luchas por la independencia y los conflictos internos del siglo XIX hasta la Guerra de la Triple Alianza.

Coronel no tuvo contacto con descendientes de las batallas, aunque sí con los de aquellos ingleses que se instalaron en zona norte para ayudar a delinear su paisaje. “Me dicen que rememoran su propia historia a partir de mis pinturas, y eso es muy rico”, señala y manifiesta una clara decisión de ocultar a la población de raza negra, pese a que su cultura se filtró en expresiones como el tango y el candombe. “Los pocos que volvieron de las guerras, sufrieron la epidemia de la fiebre amarilla. Sé que hay algunas comunidades, pero siempre trataron invisibilizarlos desde el proyecto de país encabezado por Sarmiento”, analiza.

Lejos de idealizar una raza, Coronel se propone poner las cosas en su lugar, sin caer en exageraciones ni reivindicaciones pintorescas como la de Falucho, el único negro con nombre propio pero con veracidad en duda. “Hubo héroes, cobardes y traidores, como en todas las razas humanas”, aclara.

Técnico electrónico, recién a los 40 años Coronel puso en teoría todo lo que hasta entonces era práctica y se anotó en el IUNA, donde recibió la guía necesaria para canalizar sus inquietudes. Siete años después, enseña en secundarios públicos de San Fernando y Tigre, donde busca hacer escuela a su modo. “Trato de volcarle a los chicos una visión crítica, además de enseñarle técnicas”.

Fuente: Pablo Andisco para El Argentino