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A un año del crimen de Juan Noelting
El asesinato de Juan Noelting para robarle su lancha, marcó un antes y un después entre los isleños. Hay un único detenido, “Yoni”, y se espera que el proceso comience a fin de año. El recuerdo de su hijo Pablo y el pedido de justicia. “No queremos que agarren a un perejil”.
Poco antes de la medianoche del 22 de mayo de 2014, hace exactamente un año, un crimen sacudió como nunca antes a los isleños. El asesinato de Juan Noelting, en la tercera sección del Delta de San Fernando, marcó un antes y un después. Los vecinos ya habían notado el incremento de los robos de lanchas. Pero hasta entonces ninguno de esos hechos había tenido desenlace fatal. “Mi viejo cuando escuchaba un ruido iba tranquilo a ver qué pasaba, pero después de lo que pasó, la mayoría sale con la escopeta en la mano. Esto modificó un poco la costumbre del buen vecino. Si mis perros ladran, ya estoy viendo quién anda. Uno cambia”, dice Pablo Noelting, a la espera de justicia por la muerte de su papá.
Por el homicidio del isleño hay un solo detenido: Alejandro Israel Rosendo López, alias “Yoni”. Fue arrestado en junio del año pasado. La fiscalía de San Fernando -a través del fiscal Juan José Amallo- elevó la causa a juicio esta semana; el proceso podría comenzar a fines de este año o principios del próximo. El nombre de “Yoni” apareció en la causa por testimonios de vecinos, que horas antes del asesinato lo vieron circular por la zona aunque él vivía por Ibicuy, en Entre Ríos. En distintos allanamientos realizados por la Dirección de Inteligencia de Prefectura se incautaron armas, motores de lanchas sin papeles y varios teléfonos, algunos con chips de Uruguay.
“Yoni” fue detenido a bordo de una embarcación. Llevaba consigo celulares y dinero en efectivo, en pesos y dólares. En un primer momento se negó a declarar. Más tarde, lo hizo bajo el ala del defensor Juan José Vera, un letrado que estuvo a cargo de causas mediáticas. López aseguró que el día del asesinato de Noelting estaba en su casa. Pero un celular a su nombre fue rastreado por la antena de Rincón de Milberg, que corresponde a la zona del crimen. También se probó que “Yoni” dejó de usar ese teléfono al día siguiente. Vera dejó de ser el abogado de López cuando se presentó el requerimiento de elevación a juicio.
Si bien en la causa hay un solo detenido, los investigadores sostienen que actuaron por lo menos dos personas. La noche del crimen, cuando el isleño oyó el ladrido de los perros y salió a la puerta junto a su esposa, ella apuntó con la linterna hacia donde estaba amarrada la lancha y divisó a un hombre robusto. “Yoni”, en cambio, es muy delgado. Además, el delincuente alumbrado tenía las manos bajas y no empuñaba un arma. El tiro provino de otro ángulo, presumiblemente desde alguien que esperaba a bordo de una lancha.
Además del reclamo de justicia, el hijo de Noelting resalta la inacción de Policía y Prefectura la noche del asesinato. En ninguno de los destacamentos atendieron el llamado de la familia. “Cuando entré a la casa agarré el teléfono, marqué el número del hospital y hablé. Después estando en la comisaría hablé desde el teléfono de ellos al de mi hermana. O sea que los teléfonos andaban, el tema es que nadie atendía”, cuestiona el joven. “Yo quiero justicia, quiero a los autores, no me interesa que agarren a un perejil. También me gustaría que la gente que tendría que haber hecho su trabajo y no lo hizo ponga su cuota de responsabilidad”, señala.
Juan Noelting tenía 60 años. Nació en Paraná Miní y pasó toda su vida en el Delta. “Tenía quinta forestal con álamo y un par de casitas a las que les cortaba el pasto. A la ciudad iba sólo obligado, para hacer trámites o cosas ineludibles”, recuerda su hijo Pablo, padre de sus dos nietas. Isleño, bombero y pescador, Pablo recuerda a su papá como “la tranquilidad en persona”.“Lo que perdí ya no lo recupero -dice- Pero tengo la esperanza de aunque sea conseguir justicia”.
En busca del arma asesina
“Hay que mantenerlo presente, para algo tiene que servir. Nosotros decíamos ‘que sea la última vez’ y pocos meses después matan a otra persona, en circunstancias parecidas. Ya van dos veces, esperemos que no haya una tercera”, dice Pablo Noelting, en referencia al asesinato del pescador Norberto Machado, en marzo de este año. Por la cercanía y la modalidad semejante, las armas incautadas a los detenidos de esa causa fueron cotejadas con la causa Noelting. Pero el resultado fue negativo. El arma con el que le quitaron la vida a Noelting fue una carabina calibre 22 que hasta el momento no fue hallada. “Yoni”, el único detenido en la causa, aseguró no poseer una. Pero en el chip de uno de sus celulares se encontró una foto donde él posa empuñando un arma similar.
Fuente: Luciana Rosende para El Argentino Zona Norte