El arte de contar cuentos, mezclar colores y cantarle al corazón

Por Paula Taborda

El Museo de la Ciudad ‘San Fernando de la Buena Vista’ reunió voces y colores para la inauguración de una muestra de arte abstracto, que tiene por título “Exaltación del color”. Distintos lenguajes artísticos se conjugaron en el evento realizado el sábado.

Las sillas esperaban a los espectadores que comenzaron a llegar antes de las 18 horas. En la expectativa a que comiencen los relatos de la mano de los sanfernandinos que cursan el taller de narración oral en el Centro Cultural El Anden, algunos curiosos recorrían los jardines de la casona que perteneció a la familia Jacobé y que fue declarada Monumento Histórico Municipal. Paseaban por la capilla o husmeaban los libros expuestos en el piso, bajo un letrero que anuncia “yo amo leer, tomé un libro gratis”; otros exploran los pasillos del museo, donde las obras de arte aún se encontraban a oscuras.

La actividad se inició con el “Ciclo de Narraciones a Micrófono Abierto” de la mano de Reinaldo Ciuffardi que contó, desde el escenario de la casona, un relato de Eduardo Galeano llamado “Los nadie”, invitando a una reflexión sobre “los que no son, aunque sean… los que cuestan menos que bala que los mata”. Luego, Agustina Fernandez, también aprendiz del taller de narración oral, expuso como “los hechos simples cambian las vidas”; en un viaje a la memoria de una alumna de la escuela primaria y su admiración por su maestra de cuarto grado, la vida en el colegio y otros condimentos.

Faltaban pocos minutos para las 19 horas, cuando comenzó el espectáculo “Que las hay, las hay”, donde un grupo de narradoras se encargaron de historiar una serie de recopilaciones de cuentos de mujeres. “No salgas al bosque, pero ella salió”; así iniciaba el primer relato de la serie, que presentaba una versión distinta del lobo de “la caperucita”. Los espectadores, se convirtieron en oyentes concentrados y silenciosos. Ese silencio solo se interrumpió por la risa o el llanto de algún pequeño.

Los relatos seguían un hilo conductor sobre la temática femenina, tales como el tejido mágico de una joven que construía su realidad con lanas, sobre una muchacha que convivía con una escoba encantada a la que los hombres temían, una mulata mexicana acusada de brujerías que escapa de la prisión en barco dibujado con carbón sobre la pared, o la historia de una mujer en busca de su hombre.

Entre los relatos estuvo la historia de Calipso y su amorío con Ulises, el gusto de las lecturas mágicas sobre brujas que aparecen y desaparecen y una pequeña leyenda que incluía al Rey Arturo, a su mejor amigo y a una señora poco agraciada pero que era la única que conocía la respuesta a lo que todo hombre desea saber: “¿Qué quiere realmente una mujer?”. La presentación de las “Había una vez” concluyó con una frase que el público ovacionó: “no importa cuán hermosa sea una mujer, en definitiva todas somos brujas”.

Finalizada las narraciones, las luces de los pasillos se prendieron para iluminar las obras de Cristina De Acetis, Julieta Buye y Estela Perosio.

En el jardín, entre el catering y las hojas de otoño, estaba todo preparado para la actuación de “Paralelo Dúo” que daría por inaugurada la muestra que permanecerá expuesta hasta el 11 de junio. Los hermanos, Berenice Santillán y Gabriel Duarte, comenzaron su performance con la “Canción del brujito” de Peteco Carabajal, continuaron el repertorio “Pasaras” y luego integraron al escenario a Olga Santillán y Eduardo Chaparro, con quienes interpretaron “Oración del remanso”. La noche de San Fernando se llenó de música y aplausos.

Foto: Agustin Ottaviano